La reciente operación llevada a cabo por el ejército mauritano, que culminó con la incautación de un importante arsenal de cohetes Grad en manos del Polisario, refleja un cambio significativo en los equilibrios de seguridad y en la política regional del Sahel. Lejos de tratarse de un simple episodio de control militar, este hecho evidencia una voluntad clara por parte de Nuakchot de redefinir su posicionamiento geopolítico en un contexto cada vez más volátil.
Un arsenal interceptado en un cruce de tensiones
La operación permitió confiscar medio centenar de cohetes de medio alcance, ocultos cerca de la frontera con Argelia y vinculados a la llamada “tercera zona militar” del Polisario. El objetivo era utilizarlos para atacar posiciones marroquíes desde regiones remotas y de difícil acceso. La respuesta mauritana fue contundente: no se permitirá el uso del territorio nacional como plataforma para acciones hostiles contra países vecinos.
Este rechazo rotundo no es un acto aislado. Forma parte de un proceso más amplio de redefinición de la doctrina de seguridad mauritana, que muestra una toma de distancia frente a la lógica confrontativa promovida por el Polisario.
Mauritania se alinea con la estabilidad y la soberanía
Otra señal de este nuevo enfoque fue la decisión de cerrar la zona fronteriza de Lebriga, el pasado 21 de mayo. Situada en un punto estratégico entre Mauritania, Argelia y la zona tapón controlada por la MINURSO, Lebriga había sido durante años un corredor para actividades ilícitas, incluidas infiltraciones frecuentes de elementos del Polisario. La negativa del presidente Mohamed Ould Cheikh El Ghazouani a reabrir esta área, pese a la presión del grupo, refuerza el mensaje de que Nuakchot apuesta por una soberanía firme y un control efectivo de sus fronteras.
El viraje estratégico de Mauritania indica un alejamiento de solidaridades ideológicas del pasado y un giro hacia un enfoque pragmático, centrado en la estabilidad interna y la cooperación regional. En un entorno sahariano y saheliano afectado por múltiples crisis, esta postura apunta a minimizar los riesgos y consolidar la posición del país como actor responsable.
Aislamiento creciente del Polisario
Esta operación se produce en un contexto de debilitamiento progresivo del Polisario en la escena internacional. Mientras el plan de autonomía propuesto por Marruecos gana cada vez más apoyo como una solución realista y sostenible, el grupo pierde terreno diplomático y ve cómo antiguos aliados empiezan a tomar distancia.
Mauritania redefine su papel regional
Con esta decisión, Mauritania no solo reafirma su neutralidad activa, sino que se proyecta como un actor estabilizador en una región altamente sensible. El mensaje es claro: el territorio mauritano no está disponible para alimentar tensiones que puedan desestabilizar el equilibrio regional.
La incautación de estos cohetes, por tanto, representa tanto una acción militar decisiva como una declaración política implícita. Mauritania da señales de querer salir de la pasividad que tradicionalmente la rodeaba en el conflicto del Sáhara y asumir un papel más autónomo, guiado por la defensa de su soberanía, la cooperación regional y el rechazo a toda instrumentalización de su territorio.
11/06/2025









