La participación de las mujeres en el empresariado marroquí ha mostrado una evolución lenta y estable en los últimos años, reflejando desafíos estructurales que dificultan un avance significativo. A pesar de las metas ambiciosas planteadas para alcanzar un 45 % de empresas dirigidas por mujeres para 2035, los datos más recientes sugieren que ese objetivo aún está distante.
El informe 2024 del Observatorio Marroquí de la Micro, Pequeña y Mediana Empresa (OMTPME, el más reciente publicado, señala que el porcentaje de empresas lideradas por mujeres se mantiene en un 15 % desde 2020, sin avances sustanciales en este período. Este estancamiento refleja la persistencia de barreras en varios frentes, especialmente en el acceso a recursos financieros y redes de apoyo empresarial.
En particular, el acceso al crédito bancario sigue siendo limitado para las empresarias: solo el 14,6 % de las empresas femeninas acceden a financiamiento, representando un 11,3 % del volumen total de créditos. Esta restricción financiera es un factor clave que limita el crecimiento y la formalización de los negocios dirigidos por mujeres, afectando su competitividad y capacidad de expansión.
Las diferencias regionales también destacan como un reto importante. Mientras regiones como Marrakech-Safi, Rabat-Salé-Kenitra y Casablanca-Settat superan ligeramente la media nacional con tasas entre 15,6 % y 17,6 %, zonas como Béni Mellal-Khénifra y Oriental apenas alcanzan un 10 %. Esta heterogeneidad evidencia desigualdades en el acceso a oportunidades y apoyo institucional que afectan la capacidad emprendedora femenina.
El análisis sectorial del OMTPME muestra que el emprendimiento femenino está concentrado en sectores como la salud humana y el trabajo social con un 40,5%, servicios personales representa el 39,8% y educación un 29,7%, sectores tradicionalmente vinculados a roles sociales y de cuidado. En contraste, sectores como transporte, construcción e industrias extractivas tienen una presencia femenina inferior al 10 %, reflejando barreras adicionales en áreas consideradas estratégicas para el desarrollo económico.
Además, respecto al tamaño de las empresas, las mujeres predominan en microempresas con un 15,6%, disminuyendo su representación en pequeñas y medianas empresas de un poco más del 12% al 11,7%, respectivamente, y siendo casi marginal en grandes empresas. Esta tendencia indica limitaciones para que las empresarias escalen sus negocios y accedan a mercados más amplios.
Al comparar la realidad local con las cifras internacionales, basadas en datos del Banco Mundial, los datos muestran que Marruecos se encuentra por debajo de los promedios regionales y globales en cuanto a participación femenina en la dirección empresarial, particularmente en industrias tecnológicas e industriales, donde apenas alcanzan un 12,3 %. Una situación que pareciera indicar la necesidad de políticas específicas que aborden tanto las barreras estructurales como los estereotipos de género que restringen el acceso femenino a estos sectores.
En este sentido, para avanzar hacia la meta del 45 % en 2035, será necesario fortalecer las políticas públicas y programas de apoyo que faciliten el acceso al financiamiento, promuevan la capacitación técnica y el mentoring, y amplíen las oportunidades en sectores estratégicos. Asimismo, la evaluación continua por parte del OMTPME y la actualización estadística oportuna podría ser fundamental para medir el impacto de estas iniciativas y ajustar estrategias que permitan superar los retos actuales en miras a los objetivos estatales para la próxima década.
30/05/2025
María Angélica Carvajal









