Una corte federal estadounidense ha suspendido buena parte de la política arancelaria impulsada por el presidente Donald Trump, tras concluir que excede los poderes ejecutivos y viola los límites constitucionales. La decisión, emitida por un panel de tres jueces de la Corte de Comercio Internacional, afecta medidas clave que sustentaban la estrategia económica de la nueva administración republicana, y podría alterar la hoja de ruta prevista para los próximos años.
Según el tribunal, la imposición de aranceles bajo la Ley de Poderes Económicos en Emergencias Internacionales de 1977 (IEEPA, por sus siglas en inglés) «excede cualquier autoridad otorgada» por dicha legislación. El fallo suspende medidas aplicadas contra varios socios comerciales, como los aranceles del 30 % sobre productos chinos, el 25 % a determinadas importaciones de México y Canadá, y el 10 % generalizado sobre una amplia gama de bienes.
La Corte, un tribunal federal con sede en Manhattan especializado en disputas sobre legislación aduanera y comercial, ha calificado estas disposiciones como “inconstitucionales” y ha ordenado su paralización definitiva, salvo que prosperen futuras apelaciones.
El origen del fallo está en dos demandas presentadas por empresas y gobiernos estatales, que cuestionaban la legalidad del uso del IEEPA como base para declarar una emergencia nacional que justificara medidas comerciales. Los demandantes sostienen que el Ejecutivo no puede alterar unilateralmente las reglas del comercio internacional sin el respaldo del Congreso. “La Constitución no le da a ningún presidente autoridad ilimitada para trastocar la economía”, señaló el fiscal general de Oregón, Dan Rayfield, en declaraciones recogidas por medios estadounidenses. “Este fallo reafirma que nuestras leyes importan y que las decisiones comerciales no pueden tomarse a capricho del presidente”.
Por su parte, la Casa Blanca ha anunciado que apelará la decisión y defendió en un comunicado difundido por CNBC que “no es trabajo de jueces no electos decidir cómo abordar adecuadamente una emergencia nacional”, en referencia al desequilibrio comercial que, según la actual administración, perjudica a trabajadores e industrias estadounidenses.
Este fallo tiene implicaciones relevantes sobre el programa económico delineado por Trump en su segundo mandato, el cual contempla la imposición de aranceles como uno de sus pilares centrales, junto con recortes impositivos y reducción del gasto público. El objetivo del plan era financiar parte del costo fiscal de los recortes de impuestos con los ingresos arancelarios, al tiempo que se reforzaba la balanza comercial y se elevaba el techo de deuda con mayor previsibilidad macroeconómica.
Sin embargo, la anulación de estos gravámenes compromete esa lógica financiera y deja abierta la posibilidad de que se requieran ajustes, como mayores recortes de gasto o una reducción en el alcance de los recortes fiscales.
A nivel internacional, la decisión del tribunal también impacta las relaciones comerciales estratégicas de Estados Unidos. La imposición de aranceles había sido el principal instrumento de negociación con socios clave como China y el Reino Unido. Su suspensión, al menos temporal, introduce incertidumbre sobre la continuidad de las renegociaciones iniciadas. En este contexto, desde el Ministerio de Asuntos Exteriores de China se subrayó que “las guerras comerciales no tienen vencedores” y que “el proteccionismo acabará perjudicando los intereses de todas las partes”, según recoge Reuters.
A pesar del freno legal, expertos señalan que el Ejecutivo podría recurrir a otros marcos legales, como la Sección 232 de la Ley de Expansión Comercial, utilizada anteriormente para imponer aranceles del 25 % sobre acero, aluminio, automóviles y autopartes, que han quedado vigentes al no estar incluidos en este fallo.
Cabe desatacar, que el anuncio de la Corte provocó una reacción inicial positiva este jueves en el mercado financiero mundial. Las bolsas registraron alzas tras conocerse la decisión judicial, y los futuros de Wall Street apuntan a un comportamiento hacia arriba. Este repunte refleja una interpretación del fallo como una reducción del riesgo de escalada comercial global.
Por ahora, el resultado de la apelación sigue siendo incierto. Mientras tanto, el fallo ha generado una pausa en la implementación de la estrategia comercial del gobierno y ha introducido un elemento de volatilidad en la política económica interna. La evolución del caso judicial será clave para determinar si la administración podrá mantener su rumbo económico original o si deberá rediseñar su enfoque en medio de nuevos equilibrios legales, fiscales y comerciales.
29/05/2025









