El presidente francés, Emmanuel Macron, se encuentra inmerso en una gira de seis días por el Sudeste Asiático, una región clave en el tablero geopolítico global. Más allá de los acuerdos comerciales y las fotos protocolarias, este viaje revela la ambición francesa de reafirmar su influencia en una zona cada vez más disputada entre las grandes potencias, China y Estados Unidos.
La primera parada, Vietnam, ha sido testigo de la firma de una treintena de acuerdos bilaterales. Desde la venta de aviones Airbus hasta la cooperación en materia espacial y portuaria, Francia busca consolidar su presencia económica en un país con un crecimiento fulgurante. Macron ha subrayado la importancia de construir un «partenariado de soberanía», una fórmula que traduce la voluntad de Hanoi de diversificar sus alianzas y reducir su dependencia de Pekín y Washington. Sin embargo, Francia se enfrenta a una dura competencia en sectores estratégicos como la energía nuclear y la modernización ferroviaria, donde países como China, Rusia y Corea del Sur llevan la delantera.
Indonesia, la siguiente etapa del viaje, representa un caso diferente. Aquí, la cooperación franco-indonesia está más consolidada, especialmente en el ámbito de la defensa. La reciente adquisición de submarinos Scorpène y aviones Rafale por parte de Yakarta ilustra la creciente confianza en la tecnología militar francesa. Macron tendrá la oportunidad de defender la eficacia del Rafale, en medio de las dudas generadas por las afirmaciones pakistaníes sobre su supuesto derribo en un enfrentamiento con India.
Más allá de los contratos militares, la visita a Indonesia se desarrolla en un contexto delicado. Macron deberá abordar temas sensibles como el conflicto en Ucrania y la situación en Gaza, especialmente teniendo en cuenta que Indonesia es el país musulmán más poblado del mundo y uno de los pocos que no reconoce a Israel. La postura de Francia sobre la cuestión palestina será escrutada con atención, particularmente en un momento en que París busca impulsar una solución de dos Estados en la ONU.
El punto culminante de la gira será la participación de Macron en el Diálogo de Shangri-La, el principal foro de seguridad de la región Asia-Pacífico. En este escenario, el presidente francés deberá pronunciarse sobre las tensiones en torno a Taiwán y el Mar de China Meridional, en un contexto marcado por la ausencia del ministro de Defensa chino. La intervención de Macron será observada con atención por el secretario de Defensa estadounidense, Lloyd Austin, y numerosos líderes asiáticos, interesados en la perspectiva europea sobre la guerra en Ucrania y el rearme del continente. La gira asiática de Macron no es simplemente una visita de Estado, sino una compleja partida de ajedrez geopolítica en la que Francia busca posicionarse como un actor relevante en un tablero cada vez más concurrido.
26/05/2025









