Ghalla Bahiya, miembro electa de la región Dajla-Río de Oro, destacó el impulso socioeconómico y cultural del Sáhara durante el seminario regional del Comité de los 24 (C24) de la ONU. Bahiya atribuyó este progreso al nuevo modelo de desarrollo implementado por el Rey Mohammed VI en 2015.
En su intervención en el seminario, celebrado en Dili (Timor Oriental), Bahiya explicó que desde la recuperación del Sáhara en 1975, Marruecos ha priorizado el desarrollo socioeconómico de la región. Las iniciativas de los últimos cincuenta años, afirmó, «no son meras respuestas políticas, sino verdaderos compromisos a largo plazo para asegurar el desarrollo sostenible y el bienestar de la población local».
Inicialmente, los esfuerzos se centraron en inversiones masivas en infraestructuras básicas como carreteras, agua potable y electricidad, con el objetivo de garantizar unas condiciones de vida dignas y promover la integración de la región en el tejido nacional.
El nuevo modelo de desarrollo para al Sáhara, lanzado en 2015, ha intensificado esta dinámica. Este modelo busca transformar el Sáhara en un polo de inversión nacional e internacional, reducir las desigualdades regionales y convertirlo en una plataforma de seguridad, estabilidad y codesarrollo en las regiones atlántica, saheliana y mediterránea.
Bahiya destacó la mejora de la calidad de vida y el crecimiento económico en el Sáhara, con indicadores como el PIB superiores a la media nacional. El crecimiento en las provincias de El Aaiún-Saguía el Hamra y Dajla-Río de Oro supera el 10%, un 50% más que la media nacional.
Entre los proyectos clave del modelo de desarrollo, Bahiya mencionó la autopista Tiznit-Dajla y el nuevo puerto de Dakhla Atlantique, en construcción. Este puerto, conectado con Europa y África Occidental, creará más de 2.500 empleos y generará un importante crecimiento socioeconómico gracias a un tráfico anual previsto de 35 millones de toneladas y a la atracción de inversiones internacionales. Junto al puerto, se construirá una zona industrial de 2.650 hectáreas, que incluirá una zona de competitividad para productos del mar y un centro de servicios compartidos.
El nuevo modelo también prioriza el acceso a servicios sociales básicos como la educación y la sanidad, poniendo el foco en el desarrollo humano, el empoderamiento de los jóvenes y la promoción de la igualdad de oportunidades. Bahiya mencionó proyectos como el futuro hospital de Dajla y la Academia Africana de Ciencias de la Salud como ejemplos de esta apuesta por el desarrollo humano.
En el ámbito cultural, Marruecos ha impulsado iniciativas para preservar y promover la cultura hasaní, con la apertura de bibliotecas y la celebración de festivales culturales y musicales.
Bahiya también destacó las iniciativas para convertir el Sáhara en un polo de estabilidad y codesarrollo en África, como el gasoducto Marruecos-Nigeria, la iniciativa África Atlántica y la iniciativa para promover el acceso al Atlántico de los países del Sahel.
En cuanto a la situación de las mujeres en el Sáhara, Bahiya afirmó que desempeñan un papel destacado en la sociedad y gozan de una alta participación política, ocupando cargos electos a nivel local, provincial y nacional. También denunció las condiciones de las mujeres en los campamentos de Tíndouf (Argelia), donde sufren abusos y violaciones de derechos humanos.
Finalmente, Bahiya reiteró que la iniciativa de autonomía presentada por Marruecos en 2007 es la única solución realista al diferendo regional, y que su implementación acelerará el desarrollo socioeconómico y garantizará la paz y la estabilidad en la región. Bahiya y M’hamed Abba, miembro electo de la región El Aaiún-Saguía el Hamra, participaron en el seminario por invitación de la presidenta del Comité.
23/05/2025









