En un ambicioso acuerdo que redefine la cooperación internacional en materia de infraestructuras, Marruecos y Emiratos Árabes Unidos han anunciado un programa conjunto de proporciones gigantescas para abordar los desafíos del agua y la energía en el reino alauí. Fruto de la declaración conjunta firmada en diciembre de 2023 entre el Rey Mohammed VI y el Jeque Mohamed bin Zayed Al Nahyan, este megaproyecto, con un horizonte temporal hasta 2030, movilizará una inversión masiva en tecnologías innovadoras para garantizar la independencia energética y la resiliencia hídrica de Marruecos.
El consorcio encargado de llevar a cabo esta titánica empresa está formado por el Fondo Mohammed VI para la Inversión, TAQA Morocco y NAREVA, quienes han firmado tres protocolos de acuerdo con el Gobierno marroquí y la Oficina Nacional de Electricidad y Agua Potable (ONEE). La envergadura del proyecto se refleja en sus múltiples facetas, todas ellas alineadas con las estrategias nacionales de agua y energía.
Uno de los pilares fundamentales es el transporte de agua. Se construirá una infraestructura para transferir 800 millones de metros cúbicos anuales entre las cuencas de los ríos Sebou y Oum Rabia. Esta medida busca mitigar el estrés hídrico en las zonas más vulnerables del país, un problema acuciante en un contexto de creciente escasez.
Complementando esta iniciativa, se prevé la construcción de plantas desalinizadoras con una capacidad total de 900 millones de metros cúbicos al año, alimentadas íntegramente por energías renovables. El objetivo es alcanzar un precio competitivo del agua desalada, inferior a 4,5 dirhams por metro cúbico (sin impuestos), en línea con los estándares de proyectos similares ya en marcha.
En el ámbito energético, se construirá una línea de alta tensión de corriente continua (HVDC) de 1.400 km que conectará el sur con el centro del país, con una capacidad de 3.000 MW. Este corredor energético no solo descongestionará la red nacional, sino que también impulsará el desarrollo de las energías renovables en las provincias del sur.
El plan también contempla el desarrollo de 1.200 MW adicionales de capacidad renovable y la construcción de centrales de ciclo combinado de gas natural en Tahaddart, con una potencia total de 1.500 MW. Esta combinación de tecnologías busca garantizar la seguridad del suministro, la estabilidad de la red y una transición efectiva hacia una energía más limpia.
La financiación del programa, que se estructurará a través del consorcio, se obtendrá de inversores nacionales e internacionales. La urgencia y la importancia estratégica del proyecto exigen una movilización rápida y eficiente de los recursos. De hecho, el primer acuerdo formal ya se ha firmado para el proyecto de las centrales de Tahaddart.
Más allá de las implicaciones técnicas, este megaproyecto tendrá un impacto socioeconómico significativo. Se estima que generará más de 25.000 empleos, 10.000 de ellos permanentes una vez que las instalaciones estén operativas. Además, fomentará la transferencia de tecnología, el desarrollo de la industria local (especialmente en los sectores de la desalinización y las energías renovables) y la creación de programas de formación especializada.
La ejecución del programa está sujeta a las autorizaciones y procedimientos regulatorios pertinentes, incluyendo el control de las operaciones de concentración. En definitiva, esta alianza entre Marruecos y Emiratos Árabes Unidos representa una apuesta decidida por la soberanía nacional, el desarrollo sostenible y la innovación tecnológica, sentando las bases para un futuro más seguro y próspero.
19/05/2025









