La paciencia de la Unión Europea con Estados Unidos parece estar agotándose. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, lanzó una clara advertencia a Washington: si las negociaciones para eliminar los aranceles impuestos por la administración Trump no llegan a buen puerto, la UE está preparada para tomar medidas de represalia. «Todas las opciones están sobre la mesa», afirmó con firmeza tras una reunión con el canciller alemán, Friedrich Merz.
La disputa comercial, que se remonta a la era Trump, sigue lastrando las relaciones transatlánticas. Von der Leyen reiteró la propuesta europea de una eliminación total y recíproca de los aranceles sobre productos industriales, una oferta que, según Bruselas, representa un gesto significativo hacia una solución «equilibrada, justa y mutuamente beneficiosa». Sin embargo, la falta de avances concretos por la parte estadounidense ha llevado a la UE a considerar seriamente la posibilidad de contramedidas.
La Comisión Europea ya ha iniciado una consulta pública para identificar una lista de productos estadounidenses – que abarca desde bienes industriales hasta agrícolas – sobre los que podrían aplicarse aranceles por valor de hasta 95.000 millones de euros. Esta medida, que se implementaría en caso de fracasar las negociaciones, busca presionar a Washington para que reconsidere su postura.
Además de la posible imposición de aranceles, la UE se plantea recurrir a la Organización Mundial del Comercio (OMC). Bruselas considera que los aranceles estadounidenses, incluyendo los aplicados a vehículos y autopartes, violan las normas de la organización y está dispuesta a iniciar un procedimiento formal de resolución de disputas.
La magnitud del impacto de los aranceles estadounidenses en la economía europea es considerable. Según datos de la Comisión, cerca del 70% de las exportaciones de la UE a Estados Unidos, equivalentes a 379.000 millones de euros, están actualmente sujetas a estos gravámenes, incluyendo aquellos temporalmente suspendidos.
La firme postura de Von der Leyen refleja la creciente frustración en Bruselas. Mientras la UE busca fortalecer sus lazos comerciales a nivel global, con más de 76 acuerdos ya firmados, la persistencia de la barrera arancelaria con Estados Unidos se percibe como un obstáculo innecesario para una relación económica mutuamente provechosa. El mensaje es claro: la UE está dispuesta a defender sus intereses y no dudará en utilizar todas las herramientas a su disposición si el diálogo no produce resultados.
09/05/2025