Con una historia de retorno, arraigo y memoria, Colombia cerró la primera semana del Festival de Cine en Español en Rabat, con una proyección que tocó el alma del público. En el Instituto Cervantes, la proyección del documental La Casa de Mamá Icha, del director Óscar Molina, fue presentada por el Encargado de Negocios de la Embajada de Colombia y Cónsul, Daniel Jacobo Varela León, quien destacó la sensibilidad de esta producción como reflejo de la nueva generación del cine colombiano.
El tercer día de proyección cinematográfico presentó una producción sobre el tema de la migración y el sueño de algunos migrantes por construirse una casa propia en su tierra de origen, y su travesía por los conflictos políticos, económicos y sociales que deben enfrentar de dejar los paises que los acogieron y donde surgieron para regresar a su pasado añorado.
La película, realizada en 2021, relata con notable sensibilidad la historia de una mujer mayor que, tras vivir por décadas en Estados Unidos, decide regresar a Colombia para habitar la casa que construyó con años de esfuerzo. A través de su mirada, el espectador se adentra en los dilemas del retorno, el choque entre el pasado idealizado y la realidad actual, y ese sentimiento de arraigo que, como señaló el Cónsul Varela, «es un vínculo poderoso e invisible que une a las personas migrantes a su tierra natal y a su deseo constante y casi siempre presente de volver a ella».
El diplomático explicó que al hacer la selección, identificó en la Casa de Mamá Icha «una narrativa con un potencial que podría resonar tambien en Marruecos, dada la significativa experiencia migratoria que comparte con Colombia, donde en ambos países la migración constituye una realidad común, marcada por la búsqueda de nuevas oportunidades pero intrínsecamente ligada a un profundo y persistente deseo de regresar a la tierra natal».
El largometraje forma parte de una trilogía documental (Mi casa, my home) y es el resultado de siete años de trabajo, incluyendo dos años y medio de grabación y más de 180 horas de material. “Es una narrativa poderosa que refleja la complejidad emocional de quienes viven entre dos mundos”, añadió Varela, calificando la cinta como “un acuerdo histórico con la memoria”. El Festival, organizado por el Instituto Cervantes y las embajadas hispanohablantes en Rabat, continuará hasta el 26 de mayo con la proyección de doce películas que retratan realidades diversas de América Latina, el Caribe y España, unidas por una lengua común y múltiples identidades.
09/05/2025
María Angélica Carvajal









