Las tensiones territoriales en el mar de China oriental volvieron a intensificarse este sábado 3 de mayo, cuando Japón y China intercambiaron protestas diplomáticas, acusándose mutuamente de haber violado su espacio aéreo sobre las islas disputadas conocidas como Senkaku en Japón y Diaoyu en China. Aunque se trata de un pequeño archipiélago deshabitado administrado por Tokio, Pekín mantiene una firme reclamación de soberanía, convirtiéndolo en un punto de fricción recurrente entre ambas potencias asiáticas.
La diplomacia china informó este domingo que había presentado una protesta formal ante la embajada japonesa, argumentando que un «avión civil japonés» se introdujo «ilegalmente» en el espacio aéreo que rodea las islas Diaoyu. «Las islas Diaoyu y sus islotes adyacentes son parte integrante del territorio chino y urgimos a Japón a detener inmediatamente todas sus actividades ilegales», declaró Liu Dejun, portavoz de los guardacostas chinos. Según la misma fuente, un helicóptero desplegado desde un navío chino fue enviado para «advertir» y «expulsar» al aparato japonés.
En respuesta, el vicecanciller japonés Takehiro Funakoshi expresó una “enérgica protesta” ante el embajador chino en Tokio. Según un comunicado oficial, Japón denunció la «intrusión de cuatro navíos de los guardacostas chinos en aguas territoriales japonesas alrededor de las islas Senkaku, así como la violación del espacio aéreo japonés por parte de un helicóptero».
El Ministerio de Defensa japonés detalló que el helicóptero chino permaneció en su espacio aéreo durante unos quince minutos, lo que motivó el despliegue inmediato de aviones de combate de las Fuerzas de Autodefensa niponas. Medios locales como la cadena NHK señalaron que se trata de la primera vez que un helicóptero de las autoridades chinas entra en el espacio aéreo sobre estas islas en disputa.
Aunque Pekín suele anunciar expulsiones de barcos y aeronaves japonesas en esta zona, fuentes del gobierno nipón señalaron que, en ocasiones, China declara incidentes que en realidad no han ocurrido.
Este nuevo episodio se produce en un contexto regional cada vez más volátil, que ha empujado a Japón a reforzar sus alianzas estratégicas, en particular con Filipinas y Estados Unidos. El martes pasado, el primer ministro japonés Shigeru Ishiba y el presidente filipino Ferdinand Marcos acordaron intensificar la cooperación en materia de seguridad y resistir “cualquier intento de modificar el statu quo en el mar de China oriental o meridional mediante el uso de la fuerza o la coerción”.
En esa misma línea, en enero, el secretario de Defensa de Estados Unidos, Pete Hegseth, reafirmó a su homólogo japonés que las islas Senkaku están cubiertas por el tratado de seguridad bilateral, lo que compromete a Washington a defender a Japón en caso de agresión.
04/05/2025









