El embajador permanente de Marruecos ante la ONU, Omar Hilale, ha refutado enérgicamente las afirmaciones del representante argelino, Amar Bendjama, sobre la situación del Sáhara durante un reciente encuentro del Consejo de Seguridad. En una contundente carta dirigida al presidente y los miembros del Consejo, Hilale acusa a Bendjama de tergiversar la realidad y manipular la información sobre la población de los campamentos de refugiados de Tindouf, en Argelia.
Hilale expresa su profunda preocupación por la declaración «tendenciosa» de Bendjama, quien aprovechó la presencia del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, Filippo Grandi, para difundir lo que el embajador marroquí califica como «mentiras» sobre la situación de los habitantes de Tindouf. Hilale contradice la afirmación de Bendjama de que se trata de «desplazados forzosos», argumentando que son, en realidad, personas retenidas contra su voluntad durante medio siglo, privadas de sus derechos fundamentales, incluyendo el derecho a regresar a Marruecos, reasentarse en un tercer país o integrarse en Argelia, opciones contempladas en las soluciones duraderas propuestas por ACNUR.
Hilale destaca que Argelia viola los derechos humanos de estas personas, incumpliendo la Convención de Ginebra y sus protocolos adicionales, restringiendo su libertad de expresión, circulación y manifestación. Además, denuncia que el control y la gestión de los campamentos están en manos del Polisario, en violación del derecho internacional y de las obligaciones de Argelia como país anfitrión, tal y como lo ha señalado el Comité de Derechos Humanos de la ONU en 2018.
En respuesta a la mención de una supuesta «ocupación» marroquí del Sáhara, Hilale recuerda que dicha ocupación finalizó con el regreso del Sáhara a Marruecos en virtud de los Acuerdos de Madrid de 1975, reconocidos por la Asamblea General de la ONU. Subraya que el Consejo de Seguridad considera la cuestión del Sáhara bajo el Capítulo VI de la Carta de la ONU, para la resolución pacífica de disputas, y que el conflicto fue creado y mantenido por Argelia durante décadas, con graves consecuencias para la paz y la estabilidad regional.
Hilale también critica la falta de cooperación de Argelia con las agencias de la ONU y los organismos humanitarios, su negativa a permitir el censo y registro de la población de Tindouf, a pesar de las reiteradas peticiones del Consejo de Seguridad desde 2011, y el consiguiente desvío de la ayuda humanitaria por parte del Polisario y funcionarios argelinos, hecho corroborado por informes de la OLAF, ACNUR, el PMA y varias ONG internacionales.
Respecto a la propuesta argelina de una «solución duradera», Hilale la considera una maniobra engañosa, afirmando que la verdadera solución radica en el respeto a las resoluciones del Consejo de Seguridad que promueven la reanudación del proceso político y las mesas redondas, un proceso que Argelia ha bloqueado desde el nombramiento de Staffan de Mistura como Enviado Personal del Secretario General. Hilale resalta que la Iniciativa Marroquí de Autonomía, considerada seria y creíble por el Consejo de Seguridad durante 18 años, y respaldada por más de 100 países, incluyendo miembros permanentes del Consejo y la antigua potencia administradora del territorio, es la única base viable para una solución definitiva, respetando la soberanía e integridad territorial de Marruecos. Finalmente, rechaza la insistencia argelina en un referéndum, recordando que tanto el Consejo de Seguridad como la Asamblea General lo han descartado definitivamente. La carta de Hilale se ha publicado como documento oficial de la ONU.
29/04/2025









