Una nueva escalada de tensión sacude a India y Pakistán tras un ataque mortal en la región fronteriza de Cachemira india, que dejó 26 víctimas fatales. Nueva Delhi responsabiliza de forma implícita a Islamabad, aunque este último niega cualquier implicación. Como respuesta, ambos países han tomado medidas drásticas: expulsión de diplomáticos, cancelación de visados y cierre de pasos fronterizos. Sin embargo, la más significativa ha sido la suspensión por parte de India del tratado sobre el reparto de las aguas del río Indo.
Un acuerdo estratégico bajo amenaza
Firmado en 1960 bajo el auspicio del Banco Mundial, el tratado del Indo es considerado un acuerdo estratégico clave. Establece el reparto de los afluentes del río entre India y Pakistán, regulando el acceso y uso de sus aguas. No obstante, la India, al estar aguas arriba, tiene una posición de ventaja sobre el flujo que llega al territorio pakistaní, especialmente a las provincias del Punyab y Sind, consideradas el granero del país.
El 80% de las tierras cultivables de Pakistán depende del sistema de irrigación conectado al Indo. La agricultura, por su parte, constituye el pilar de la economía nacional: representa el 40% del PIB y emplea al mismo porcentaje de la fuerza laboral en un país de 240 millones de habitantes.
Impacto potencial en plena crisis climática
La suspensión del tratado abre la puerta a maniobras unilaterales por parte de India, como la construcción de nuevos embalses o canales que desvíen el cauce antes de que las aguas crucen hacia Pakistán. Esta posibilidad preocupa profundamente a Islamabad, dado que podría comprometer seriamente la gestión de su sector agrícola, ya afectado por los efectos del cambio climático: inundaciones frecuentes y prolongados episodios de sequía.
La escasez hídrica, un desafío creciente en Asia
La creciente presión sobre los recursos hídricos convierte a esta disputa en una cuestión aún más delicada. “La región del Himalaya es una de las más afectadas del mundo. Junto al Ártico, enfrenta hoy problemas crecientes de escasez de agua. La gestión de este recurso se ha convertido en un tema urgente”, advierte Jean-Joseph Boileau, especialista en India del Instituto de Investigaciones Internacionales y Estratégicas.
Sin embargo, Boileau matiza que India no tiene, en la práctica, la capacidad de cortar por completo el suministro hídrico a Pakistán. “Esta suspensión es un castigo para ambos. Pero como ha sido anunciada de forma muy pública, la opinión común en India percibe que efectivamente se trata de una sanción contra Pakistán”, señala el analista.
Desde Islamabad, las autoridades no descartan una respuesta contundente. Para el gobierno pakistaní, cualquier intento por parte de India de limitar su acceso al agua del Indo sería considerado un «acto de guerra».
25/04/2025