Las autoridades indias anunciaron el miércoles 24 de abril una serie de medidas diplomáticas punitivas contra Pakistán, al que acusan de “terrorismo transfronterizo” tras un ataque en Cachemira que dejó 26 muertos, la mayoría turistas.
El atentado ha tensado al máximo las ya frágiles relaciones entre los dos vecinos con armas nucleares, lo que ha generado temores sobre una posible escalada, incluso militar. La respuesta de Nueva Delhi fue inmediata y contundente: suspensión de un tratado clave sobre el agua, cierre del principal paso fronterizo terrestre y la retirada de diplomáticos.
Los hechos se precipitaron tras el ataque perpetrado el martes en la localidad turística de Pahalgam, en la parte de Cachemira administrada por India, donde un grupo armado abrió fuego contra civiles. La policía confirmó la muerte de 26 personas en lo que ha sido uno de los episodios más sangrientos en años.
En reacción, el primer ministro indio, Narendra Modi, interrumpió su visita oficial a Arabia Saudita y calificó el ataque como un “acto atroz”. En un discurso en el Estado de Bihar, advirtió: “India identificará, perseguirá y castigará a los terroristas y a quienes los apoyan. Los alcanzaremos hasta los confines de la tierra”.
El ministro de Defensa también aseguró que los responsables recibirán una “respuesta inequívoca” de forma inminente. Mientras tanto, las fuerzas de seguridad desplegaron un amplio operativo para localizar a los agresores. El ejército informó que dos supuestos insurgentes murieron en un enfrentamiento en el distrito de Baramulla, al norte del lugar del ataque.
Como parte de su ofensiva diplomática, el gobierno indio anunció la suspensión inmediata del Tratado de las Aguas del Indo, firmado en 1960. El viceministro de Exteriores, Vikram Misri, declaró que esta medida se mantendrá hasta que Pakistán renuncie “de manera creíble e irrevocable” a su apoyo al terrorismo transfronterizo. Este acuerdo, que regula el uso compartido del agua entre ambos países, ha sido fuente de tensiones durante décadas.
India también exigió la salida de los agregados militares paquistaníes en Nueva Delhi y anunció la retirada de sus propios asesores en defensa, marina y aviación apostados en Islamabad. Además, dio plazo hasta el 29 de abril para que todos los ciudadanos paquistaníes, salvo diplomáticos, abandonen el país.
Desde Islamabad, el viceprimer ministro Ishaq Dar anunció la convocatoria del Comité de Seguridad Nacional —órgano de emergencia compuesto por líderes civiles y militares— para preparar una respuesta oficial. Por su parte, el ministro de Defensa, Khawaja Asif, denunció que India “quiere salir del tratado de aguas desde hace 15 años” y está utilizando el atentado como “pretexto para abandonarlo”.
Finalmente, Pakistán respondió cerrando su frontera, su espacio aéreo para vuelos indios y suspendiendo el comercio bilateral. Ambos países han mantenido una disputa territorial por Cachemira desde su separación en 1947. En esta región de mayoría musulmana, grupos insurgentes luchan desde 1989 por su independencia o su integración con Pakistán. Nueva Delhi acusa sistemáticamente a Islamabad de fomentar estas rebeliones, algo que el gobierno paquistaní niega rotundamente.
24/04/2025









