La reciente gira del ministro marroquí de Asuntos Exteriores, Nasser Bourita, por varios países de Europa Central y del Este confirma una orientación diplomática clara por parte del Reino: construir alianzas estratégicas sólidas en torno a una visión pragmática del tema del Sáhara, posicionando el plan de autonomía presentado en 2007 como la principal oferta política viable. En un momento de reconfiguración de los equilibrios internacionales, esta iniciativa no solo apunta a consolidar apoyos bilaterales, sino también a reposicionar a Marruecos como actor de estabilidad regional y como puente geoestratégico entre África y Europa.
La gira comenzó el 14 de abril en París, donde Bourita fue recibido por su homólogo francés Jean-Noël Barrot en el marco de la Asociación de Excepción Reforzada, establecido por la declaración firmada entre el Rey Mohammed VI y el presidente Emmanuel Macron. En ese contexto, ambos ministros coincidieron en que se ha abierto “un nuevo libro” en las relaciones franco-marroquíes, y reafirmaron la voluntad común de fortalecer esta relación en todos sus niveles. Francia reiteró de forma clara su apoyo al plan de autonomía marroquí, y expresó también su compromiso de acompañar los esfuerzos de desarrollo económico y social que Marruecos impulsa en sus provincias del sur, en beneficio directo de sus habitantes.
La segunda etapa llevó a Bourita a Tallin, en la que fue la primera visita oficial de un jefe de la diplomacia marroquí a Estonia. En un gesto altamente simbólico, el ministro estonio Margus Tsahkna reiteró el respaldo de su país al plan de autonomía, considerándolo como “una base seria, creíble y acordada entre las partes”, e instó a otros gobiernos europeos a alinearse con esta postura. Estonia se sumó así a la dinámica internacional favorable a la propuesta marroquí, en consonancia con la resolución 2756 del Consejo de Seguridad, que destaca el momentum creado y aboga por capitalizarlo en favor de una solución definitiva.
En Chisináu, tercera escala de la gira, el ministro marroquí fue recibido por su homólogo moldavo Mihai Popșoi. Moldavia expresó su apoyo inequívoco al plan de autonomía, y sus autoridades subrayaron el valor de las reformas emprendidas por el Reino como nuevo modelo de desarrollo, y las iniciativas marroquíes para reforzar la cooperación atlántica africana. El gobierno moldavo mostró particular interés por proyectos como el gasoducto Nigeria-Marruecos y la apertura del Atlántico a los países del Sahel, los cuales fueron destacados como vectores de integración, estabilidad y desarrollo sostenible en el continente africano.
La cuarta y más reciente etapa tuvo lugar este 16 de abril en Zagreb, donde Marruecos y Croacia reforzaron su asociación estratégica integral, establecida en 2019. La República de Croacia declaró su pleno respaldo al plan de autonomía marroquí, reconociéndolo como una “buena base” para una solución política mutuamente aceptable. En la declaración conjunta firmada con su homólogo croata Gordan Grlić-Radman, Bourita subrayó la convergencia de valores entre ambos países en materia de respeto al derecho internacional, soberanía territorial y resolución pacífica de los conflictos. Asimismo, Croacia manifestó su interés por las grandes iniciativas continentales lideradas por Marruecos, en especial aquellas destinadas a la cooperación Sur-Sur y la construcción de un espacio atlántico africano.
De esta manera, más allá del eje temático del Sáhara, la gira también consolidó a Marruecos como un interlocutor estratégico en materia de paz, seguridad y desarrollo tanto en Europa como en África. Todas las etapas incluyeron referencias a la estabilidad regional, el multilateralismo y el desarrollo humano como pilares de una política exterior marroquí que combina pragmatismo con proyección continental.
El uso del plan de autonomía como eje diplomático no se limita ya al plano multilateral o a las grandes potencias tradicionales. Marruecos ha comprendido que la clave está en tejer una red de apoyos diversos, profundizando relaciones bilaterales incluso en geografías donde tradicionalmente su presencia era limitada. Con esta estrategia, el Reino no solo suma reconocimientos a su soberanía sobre el Sáhara, sino que también refuerza su posicionamiento como nodo central en la articulación entre Europa, África y el espacio atlántico.
16/04/2025









