La carrera hacia la digitalización, motor innegable del progreso económico, presenta un desafío crucial para Marruecos: la creciente demanda energética que genera. Mientras el país avanza a pasos agigantados en la integración tecnológica, la Agencia Marroquí para la Eficiencia Energética (AMEE) se enfrenta a la compleja tarea de conciliar el desarrollo digital con la sostenibilidad ambiental. Esta paradoja, lejos de ser un obstáculo insalvable, se ha convertido en el eje central de la estrategia de la AMEE, tal y como reveló su director general, Mohamed Benyahia, durante su participación en Gitex África 2025.
Benyahia, en declaraciones a la prensa, pintó un panorama que equilibra el optimismo con la urgencia. Si bien reconoció el papel fundamental de la digitalización en el desarrollo económico marroquí, no eludió la problemática del consumo energético asociado. La AMEE, según sus palabras, no se limita a observar el problema, sino que está actuando en múltiples frentes para mitigarlo. Su estrategia se basa en tres pilares fundamentales: la legislación, la formación y la concienciación ciudadana.
El arsenal legal de la agencia, un pilar clave en su estrategia, sirve como base para la promoción de las mejores prácticas en eficiencia energética. Sin embargo, Benyahia fue enfático al señalar que la legislación por sí sola no basta. La eficiencia energética, argumentó, requiere un cambio de paradigma, que involucra tanto la inversión en medios técnicos y financieros como una transformación en las conductas sociales.
En este sentido, la puesta en marcha de planes regionales de eficiencia energética y descarbonización en las 12 regiones del Reino representa un paso crucial. Estos planes, diseñados para dotar a las autoridades regionales de herramientas de planificación para un consumo energético más racional, se basan en las competencias otorgadas por la Ley Orgánica. El objetivo es claro: optimizar el consumo energético a nivel local, adaptando las estrategias a las particularidades de cada región. La creación de un sistema nacional de información y seguimiento de los indicadores de rendimiento energético refuerza aún más este compromiso con la transparencia y la eficacia.
La AMEE ha ido más allá de la legislación y la planificación regional. La remodelación del centro de formación en Marrakech y el refuerzo del laboratorio especializado en el etiquetado de equipos solares y fotovoltaicos demuestran la apuesta de la Agencia por la cualificación profesional y la innovación tecnológica. Estas inversiones apuntan a fortalecer las capacidades locales para gestionar la transición energética de forma eficiente y sostenible.
Pero la ambición de la AMEE no se limita al ámbito nacional. Consciente del impacto ambiental de la tecnología digital, la Agencia ha lanzado una campaña de sensibilización paralela a Gitex África 2025, destinada a concienciar a la población sobre el consumo energético de las nuevas tecnologías. Benyahia utilizó datos contundentes para ilustrar el problema: un simple correo electrónico genera 4 gramos de CO2, cifra que se multiplica hasta los 35 gramos con un archivo adjunto. Esta realidad, según Benyahia, pone de manifiesto la necesidad urgente de una «sobriedad digital», un concepto que implica un uso más consciente y responsable de las tecnologías digitales.
En conclusión, la estrategia de la AMEE se presenta como un modelo de gestión proactiva ante los desafíos de la era digital. Su enfoque integral, que combina la legislación, la formación, la innovación y la concienciación ciudadana, refleja la complejidad del reto y la determinación de Marruecos por construir un futuro digital sostenible. La paradoja de la digitalización, lejos de ser un obstáculo, se ha convertido en una oportunidad para impulsar la innovación y acelerar la transición hacia una economía baja en carbono. El éxito de esta estrategia dependerá, en gran medida, de la capacidad de la AMEE para seguir innovando y adaptándose a un panorama tecnológico en constante evolución.
15/04/2025









