El mundo enfrenta este jueves 10 de abril uno de los episodios más graves de la guerra comercial entre Estados Unidos y China, luego de que Pekín anunciara aranceles del 84% sobre productos estadounidenses en respuesta a los gravámenes del 104% impuestos por Washington. Esta escalada, la más agresiva desde 2018, ha desencadenado un terremoto financiero: las bolsas europeas cayeron hasta un 4.3%, el petróleo se hundió por debajo de los US$60 por primera vez en tres años, y los futuros de Wall Street anticipan una jornada negra.
El Detonante
El Ministerio de Finanzas chino confirmó que los nuevos aranceles, que representan un incremento del 50% sobre los ya vigentes del 34%, se aplicarán a sectores estratégicos como automóviles, aeronáutica y tecnología. La medida, que entra en vigor este 9 de abril, fue calificada como una «respuesta necesaria» a lo que el gigante asiático considera «prácticas unilaterales y proteccionistas» por parte de EEUU.
El impacto inmediato fue ver los mercados europeos en rojo. El índice Stoxx 600 cayó un 4.3%, su peor desempeño desde junio de 2022, seguido por el FTSE 100 con -3.5% y los mercados alemán y francés con una baja de 3.4% cada uno. Mientras que en Wall Street, el S&P 500, Nasdaq y Dow Jones proyectan caídas del 1.6%, 1.3% y 1.7%, respectivamente.
La Reacción de Trump
Desde su plataforma Truth Social, el presidente Donald Trump instó a las empresas a «mudarse a EEUU», citando el caso de Apple, que anunció una inversión récord de US$500,000 millones. Sin embargo, el mensaje no calmó a los mercados: el dólar cayó un 1.1% frente al euro (1.1083 USD), mientras inversores buscaron refugio en el yen japonés y el franco suizo.
Efectos Colaterales
El crudo Brent se desplomó un 5.1%, llegando a un precio de US$58.47por barril, su nivel más bajo desde febrero de 2021, arrastrado por el temor a una contracción de la demanda global. Paralelamente, los bonos del Tesoro estadounidense registraron alzas en sus rendimientos de 4.42% a 10 años y 4.9% a 30 años, señal de una creciente aversión al riesgo.
Entre tanto, China amplió su «lista de entidades no fiables» con seis empresas estadounidenses, incluyendo fabricantes de drones (BRINC) y equipos militares (Sierra Nevada). Además, doce firmas fueron añadidas a controles de exportación, en un claro golpe a sectores sensibles como inteligencia artificial y aeronáutica.
¿Hacia una Solución o una Crisis Prolongada?
Analistas coinciden en que el escenario más probable es una prolongación del conflicto, con consecuencias graves para la economía global. El Fondo Monetario Internacional ya recortó sus proyecciones para 2025, advirtiendo que una escalada adicional podría reducir el PBI mundial en hasta 0.8%.
Por su parte, la Unión Europea y Corea del Sur, que ya anunció ayudas a su sector automotriz, podrían presionar por negociaciones directas con Estados Unidos.
Sin embargo, en lo que respecta a China, la guerra comercial ha entrado en una fase crítica, con daños colaterales que ya superan las fronteras de ambas potencias. Mientras Pekín y Washington se enfrascan en una pulseada de aranceles y restricciones, el mundo observa con preocupación cómo se erosionan las bases del comercio internacional. La pregunta ahora no es solo cuándo terminará este conflicto, sino a qué costo para la economía global.
09/04/2025









