El alcalde de Estambul y líder opositor Ekrem Imamoğlu, suspendido de sus funciones y encarcelado el domingo, fue designado oficialmente como candidato para las elecciones presidenciales de 2028 tras la primaria de su partido. A pesar de que este proceso ha sido considerado un éxito para la oposición, el desafío ahora es mantener la movilización y prepararse para lo que viene.
Imamoğlu, principal rival del presidente Recep Tayyip Erdoğan, fue detenido por orden judicial bajo sospechas de corrupción. Sin embargo, más de 15 millones de votantes, casi una cuarta parte del electorado turco, lo respaldaron en una primaria abierta. Su arresto desató protestas masivas en todo el país, comparadas con las del movimiento del parque Gezi en 2013.
La respuesta del gobierno ha sido contundente. Las autoridades prohibieron las concentraciones en Estambul hasta el miércoles y anunciaron la detención de 1.133 personas entre el 19 y el 23 de marzo por supuestas actividades ilegales. Además, al menos diez periodistas, entre ellos un fotógrafo de la AFP, fueron arrestados en sus domicilios en Estambul e Izmir. A pesar de la crisis, el Partido Republicano del Pueblo (CHP) sigue al frente de la alcaldía de Estambul y el consejo municipal, de mayoría opositora, se reunirá el 26 de marzo para elegir un nuevo alcalde.
La comunidad internacional ha reaccionado con críticas. Francia denunció la detención de Imamoğlu y de otras figuras opositoras como un «grave atentado contra la democracia». Alemania también condenó la represión y acusó a las autoridades turcas de encarcelar a opositores y manifestantes, lo que consideró una amenaza para los valores democráticos.
24/03/2025