La agencia de rating Moody’s confirmó la calificación crediticia de Marruecos en Ba1 con perspectiva estable, destacando su capacidad para mantener la estabilidad macroeconómica pese a desafíos como el crecimiento moderado y el aumento de la deuda pública. El informe resalta el equilibrio entre políticas fiscales sólidas y riesgos estructurales, como la vulnerabilidad a shocks climáticos y los bajos ingresos per cápita. Aunque el crecimiento se desaceleró al 2,6% en 2024 por la sequía que afectó al sector agrícola, se espera una recuperación hasta el 3,5% en los próximos años, impulsada por reformas estructurales.
En el ámbito fiscal, Marruecos logró contener el déficit presupuestario en un 4,3% del PIB en 2024, por debajo del objetivo inicial, gracias a mayores ingresos fiscales. Además, el déficit en cuenta corriente se mantuvo en 2,5% del PIB, respaldado por el turismo, las exportaciones y las remesas de la diáspora. Sin embargo, Moody’s advierte sobre riesgos vinculados a las inversiones en infraestructura y reformas sociales, especialmente ante los preparativos para la Copa del Mundo 2030, que requerirán financiamiento adicional mediante emisiones de deuda en euros. Si bien, deuda externa marroquí, que se ronda el 17% del PIB, se considera manejable, la agencia subraya la necesidad de vigilancia ante fluctuaciones monetarias y shocks globales.
Por otro lado, el país obtiene una evaluación favorable de Baa2 en el tema de gobernanza e instituciones, gracias a la credibilidad de sus políticas y al rol estabilizador de Bank Al-Maghrib. No obstante, persisten desafíos como la concentración económica en empresas públicas y una liberalización limitada, factores que podrían frenar un crecimiento más inclusivo y competitivo.
Esta calificación refleja una estabilidad de las finanzas del país norafricano a la vez que dan una señal de la necesidad de acelerar su diversificación económica, reducir desigualdades y generar empleo formal, para mejorar sus futuras calificaciones. Asimismo, la agencia es clara en advertir que se debe evitar un aumento excesivo de la deuda por megaproyectos o presiones sociales que afecten su solvencia. Moody’s concluye que el futuro crediticio del país dependerá de su habilidad para equilibrar el crecimiento sostenible con la disciplina fiscal, en un contexto global volátil. En este sentido, la próxima emisión de bonos en euros será una prueba clave para la estrategia financiera del Reino.
24/03/2025