El ataque masivo de Israel en Gaza, que ha causado la muerte de más de 400 personas en una sola noche, ha puesto fin a la tregua que se mantenía desde el pasado 19 de enero. Este hecho ha generado una ola de conmoción y preocupación en la comunidad internacional, con reacciones de organismos como la ONU, la Unión Europea, y países como China, Rusia, España y los estados árabes. La ONU, a través de su secretario general, Antonio Guterres, ha expresado su «conmoción» y ha hecho un llamado urgente para que se respete el alto el fuego, se restablezca la ayuda humanitaria y se liberen a los rehenes de manera incondicional.
Estados Unidos, que conocía con antelación el ataque y dio su visto bueno, ha culpado a Hamás de haber «elegido la guerra» al negarse a liberar a los rehenes. El portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, Brian Hughes, afirmó que Hamás podría haber extendido el alto el fuego liberando a los rehenes, pero optó por la negativa. Esta postura ha sido respaldada por la Casa Blanca, que justificó la acción israelí como una respuesta necesaria ante lo que calificó como actos de terrorismo.
Por su parte, la Liga Árabe, ha condenado enérgicamente la «reanudación de la masacre en Gaza» y acusó a Israel de desafiar la voluntad internacional al romper la tregua. Egipto y Catar, que actuaban como mediadores entre Hamás e Israel, han pedido moderación y un retorno a las negociaciones. Mientras que la Unión Europea ha lamentado el reinicio de las hostilidades y ha instado a ambas partes a mostrar moderación, destacando que la única solución viable es la reanudación de las negociaciones.
RTVE informa que España, a través de su ministro de Exteriores, José Manuel Albares, ha expresado su consternación por la ofensiva israelí, calificándola como un camino que no conduce a la paz. Francia también ha condenado los bombardeos y ha pedido un cese inmediato de la violencia. China y Rusia han mostrado su preocupación por el alto número de bajas civiles y han instado a todas las partes a garantizar la implementación efectiva del alto el fuego para evitar una mayor escalada del conflicto.
El ataque israelí se produce en un contexto de crisis política interna en Israel, donde el primer ministro Benjamín Netanyahu enfrenta críticas por el cese del director del servicio de inteligencia interior, Ronen Bar, y por su comparecencia en un juicio por corrupción. Además, el Foro de las Familias de Rehenes y Desaparecidos de Israel ha expresado su decepción por la decisión del gobierno de reanudar los bombardeos, argumentando que esto pone en riesgo la vida de los 59 rehenes que aún permanecen en Gaza.
Sin embargo, otras agrupaciones isarelíes como el Foro de Tikva, de corte derechista, ha apoyado los bombardeos bajo el lema «O todos, o el infierno», argumentando que solo la presión militar masiva llevará a Hamás a colapsar y a liberar a los rehenes. Sin embargo, la segunda fase del alto el fuego, que implicaba el fin sostenible de las hostilidades y la retirada de las tropas israelíes de Gaza, nunca se concretó, lo que ha llevado a la actual escalada de violencia. La comunidad internacional sigue buscando una solución que ponga fin al ciclo de violencia y garantice la seguridad y los derechos de todas las partes involucradas.
18/03/2025









