Durante la jornada de hoy, 18 de marzo, la guerra en la Franja de Gaza se intensificó con una serie de bombardeos israelíes que dejaron al menos 330 muertos, según el Ministerio de Salud palestino. El gobierno de Benjamín Netanyahu justificó los ataques alegando que Hamás se ha negado a liberar a todos los rehenes israelíes. En medio de la creciente violencia, la población civil ha sido la principal afectada, con imágenes de víctimas y heridos circulando ampliamente. Ante la magnitud de los bombardeos, el ejército israelí ha ordenado la evacuación de varias zonas consideradas de alto riesgo.
Las hostilidades se reanudaron a las 2:20 de la madrugada, poniendo fin a una frágil tregua que había estado en vigor desde el 19 de enero. Según la oficina del primer ministro israelí, la decisión de intensificar los ataques se debe al rechazo de Hamás a las propuestas de los mediadores internacionales, incluidos Estados Unidos y otros países árabes. A este respecto, Netanyahu aseguró que Israel utilizará «toda su potencia militar» contra el grupo y que la ofensiva durará «el tiempo que sea necesario». Mientras tanto, la Casa Blanca confirmó que Israel consultó a la administración de Donald Trump antes de lanzar los bombardeos.
Desde Hamás, uno de sus dirigentes acusó a Israel de haber roto unilateralmente el alto el fuego y de poner en peligro a los rehenes aún en cautiverio. Afirmó que el movimiento ha cumplido con el acuerdo de cese de hostilidades, pero que Israel ha violado sus compromisos al retomar los ataques. Durante la madrugada, los bombardeos alcanzaron varias zonas de la Franja de Gaza, incluyendo Deir el-Balah, Khan Younis y Rafah, causando numerosas víctimas, entre ellas el general de división Mahmoud Abou Watfa, responsable del Ministerio del Interior en Gaza.
Ante la escalada de violencia, las fuerzas israelíes ordenaron la evacuación de áreas como Beit Hanoun en el norte y otras regiones del sur de Gaza. El portavoz del ejército israelí instó a los civiles a desplazarse hacia refugios en el oeste de la ciudad de Gaza y en Khan Younis. En paralelo, el ministro de Defensa israelí, Israel Katz, reafirmó que las operaciones militares continuarán hasta alcanzar los objetivos de guerra, que incluyen la destrucción de Hamás como entidad política y militar, además de la liberación de todos los rehenes, vivos o muertos.
A nivel internacional, la crisis ha generado fuertes reacciones. China expresó su «profunda preocupación» y pidió evitar una catástrofe humanitaria. Mientras tanto, en Israel, la ofensiva ha intensificado la crisis política interna. Netanyahu enfrenta presiones tanto por la gestión del conflicto como por acusaciones de corrupción y mal manejo de la seguridad. Además, el despido del jefe de inteligencia Ronen Bar ha suscitado controversia, ya que su oficina publicó un informe que responsabiliza al primer ministro por la falta de preparación en el ataque del 7 de octubre. La situación sigue evolucionando en medio de la incertidumbre y la presión internacional.
18/03/2025