La política arancelaria impulsada por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha dejado huellas profundas en la economía del país, con un déficit comercial que alcanzó un récord histórico en enero de 2024. Según datos del Departamento de Comercio del país norteamericano, el déficit de la balanza comercial se situó en 131.382 millones de dólares, un 34 % más que el mes anterior y casi el doble que en el mismo periodo del año pasado. Este panorama refleja las tensiones económicas derivadas de la guerra comercial y los aranceles impuestos a diversos productos, que han generado un impacto mixto en la economía estadounidense.
El déficit comercial: un problema creciente
Las cifras demuestran que mientras las exportaciones de EE.UU. crecieron un 1,2 % mensual y un 4,1 % interanual, las importaciones se dispararon un 10 % en enero y un 23,1 % en comparación con el mismo mes de 2023. Este desequilibrio ha llevado a que el déficit comercial con China, el mayor socio comercial de EE.UU., se ampliara un 27,1 %, alcanzando los 31.738 millones de dólares. Asimismo, el déficit con la Unión Europea aumentó un 6,3 %, situándose en 23.281 millones de dólares.
El aumento de las importaciones se debe, en parte, a la compra de bienes de capital, suministros industriales y servicios extranjeros, lo que refleja la dependencia de la economía estadounidense de productos provenientes de otros países. Por otro lado, las exportaciones se vieron impulsadas por las ventas de bienes de capital y consumo, aunque sectores como alimentos y bebidas registraron retrocesos.
Inflación y presión sobre el consumidor
En medio de este escenario, la inflación ha emergido como otro desafío significativo. El Índice de Precios al Consumidor (IPC) subió un 2,8 % en febrero en tasa interanual, un dato ligeramente mejor de lo esperado pero que sigue reflejando presiones inflacionarias. Los aranceles impuestos por la administración Trump han contribuido a este fenómeno, ya que se espera que los precios de una amplia gama de productos, desde alimentos hasta ropa, aumenten en los próximos meses.
Esto ha generado preocupación entre los consumidores. Según una encuesta del Banco de la Reserva Federal de Nueva York publicada por medios locales, las expectativas financieras de los estadounidenses para el próximo año han empeorado considerablemente. El porcentaje de consumidores que anticipa una situación financiera más precaria alcanzó su nivel más alto desde noviembre de 2023, mientras que la probabilidad de incumplir pagos de deuda aumentó a su punto más alto desde abril de 2020.
Impacto en los mercados y perspectivas de recesión
La incertidumbre generada por la política arancelaria de Trump no solo ha afectado a los consumidores, sino también a los mercados financieros. La volatilidad en Wall Street ha sido una constante en los últimos meses, con el índice S&P 500 experimentando fuertes fluctuaciones. Aunque el mercado mostró cierta recuperación a principios de febrero, los temores de una recesión persisten.
El propio Trump ha reconocido que los aranceles podrían causar un aumento de precios, aunque lo ha calificado como una «pequeña perturbación», en su discurso frente al Congreso, que el país debería ser capaz de superar. Sin embargo, analistas económicos advierten que el impacto de estas medidas podría ser más profundo y duradero, especialmente si se mantiene la tendencia alcista en los precios y el déficit comercial continúa expandiéndose.
Un equilibrio delicado
Es así como la política arancelaria de Trump ha tenido un impacto significativo en la economía de EE.UU., con un déficit comercial récord y presiones inflacionarias que amenazan con enfriar el consumo y el crecimiento económico. Mientras el gobierno insiste en que los aranceles son necesarios para proteger los intereses nacionales, los datos sugieren que el costo para los consumidores y la economía en general podría ser elevado.
En un contexto de incertidumbre global y tensiones comerciales, la capacidad de EE.UU. para equilibrar sus objetivos económicos y comerciales será clave para evitar una desaceleración más pronunciada. Por ahora, las señales son mixtas: mientras el IPC ofrece un respiro temporal, el déficit comercial y las expectativas pesimistas de los consumidores pintan un panorama complejo para los meses venideros.
12/03/2025
María Angélica Carvajal