Según recoge el diario francés Le Parisien, la justicia francesa ha abierto una investigación sobre un presunto caso de espionaje al servicio de Argelia, en el que estarían implicados un funcionario del Ministerio de Economía y una empleada de la Oficina francesa de Immigración e Intégration (OFII). Ambos están acusados de haber suministrado información confidencial sobre ciudadanos argelinos en Francia, incluidos opositores al régimen de Abdelmadjid Tebboune.
El principal sospechoso es un funcionario franco-argelino de 56 años, que trabajaba en la subdirección del área digital del Ministerio de Economía. Según la investigación, este mantenía contacto habitual con un empleado del consulado de Argelia en Créteil, a quien habría entregado información sensible sobre solicitantes de asilo y opositores políticos.

La misma fuente, indicó que algunos de los afectados incluyen un periodista refugiado, dos personas con órdenes de arresto por terrorismo y un individuo que había denunciado a un general argelino en Francia. En este sentido, la fiscalía de París lo ha imputado por «inteligencia con una potencia extranjera» y «divulgación de información que afecta los intereses fundamentales de la nación». Pese a la gravedad de los cargos, el acusado quedó bajo control judicial y con prohibición de contacto con otros implicados en el caso.
Paralelamente, la investigación reveló que el funcionario obtenía parte de la información a través de su pareja, una trabajadora de la OFII con acceso a los datos administrativos de ciudadanos argelinos en Francia. Se sospecha que ella le proporcionaba datos sobre la situación migratoria de diversas personas, que luego eran transmitidos al consulado argelino. La empleada admitió los hechos y fue suspendida de sus funciones hace varios meses. Posteriormente, fue imputada el 7 de febrero por violación del secreto profesional, y la OFII inició su proceso de despido.
El caso, investigado por la Dirección General de Seguridad Interior (DGSI), ha generado gran preocupación en un momento de fuerte tensión diplomática entre París y Argel. Las autoridades francesas consideran este episodio una muestra de la creciente amenaza del espionaje extranjero en suelo nacional, un fenómeno menos visible que el terrorismo, pero con consecuencias potencialmente devastadoras. Mientras las pesquisas siguen en curso, el consulado de Argelia en Créteil no ha hecho declaraciones sobre la posible implicación de su personal en estos hechos.
12/03/2025