El Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas celebró su 58ª sesión ordinaria en un contexto mundial donde las guerras y los conflictos internos en varios países han limitado estas libertadas a parte de su población. La tensión mundial con conflictos ocurriendo en Oriento Medio, África, represiones internas en América del Sur y Asia, hicieron de este foro un marco de reflexión y llamado de atención mundial sobre el detrimento global en esta materia.
Jürg Lauber, presidente del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, declaró que el mundo atraviesa profundos desafíos globales y un alarmante retroceso en materia de derechos humanos. Subrayó que la responsabilidad del Consejo es generar un impacto tangible en la vida de las personas y que las víctimas de violaciones a los derechos humanos deben estar en el centro de los debates. En este sentido, Lauber instó a la comunidad internacional a asumir el desafío y reafirmar que los derechos humanos no son opcionales, sino esenciales para la paz, la seguridad y el desarrollo.
Por su parte, Philemon Yang, presidente de la Asamblea General, señaló que los tres pilares fundamentales de las Naciones Unidas —paz y seguridad, desarrollo sostenible y derechos humanos— están profundamente interconectados y que garantizar los derechos humanos es la base para la implementación de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. Yang advirtió sobre el aumento de violaciones y un desprecio flagrante por el derecho internacional humanitario. Además, calificó de intolerable el sufrimiento humano y la destrucción de infraestructuras civiles en Gaza, Ucrania, Sudán, Haití y la República Democrática del Congo, e hizo un llamado urgente para poner fin a estas injusticias.
Entre tanto, el Secretario General de la ONU, António Guterres, recordó que la sesión comienza en un contexto marcado por el tercer aniversario de la invasión de Ucrania por parte de Rusia, en violación de la Carta de las Naciones Unidas. Guterres afirmó que los derechos humanos son «el oxígeno de la humanidad», pero advirtió que están siendo sofocados de múltiples maneras alrededor del globo.
La vulnerabilidad de estos derechos se evidencian en las cifras otorgadas por Volker Türk, Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, quien reveló que en 2024 desde su oficina se contribuyó a la liberación de aproximadamente 3.145 personas detenidas arbitrariamente, participó en cerca de 11.000 misiones de monitoreo de derechos humanos, supervisó casi 1.000 juicios y documentó alrededor de 15.000 casos de violaciones de derechos humanos en todo el mundo. Para Türkm esta cifras reflejan que el sistema internacional «nunca había estado bajo tanta presión».
En el caso particular de Marruecos, su ministro de Justicia, Abdellatif Ouahbi, reafirmó, la determinación país de promover los derechos humanos a nivel nacional y de proseguir su implicación efectiva e inquebrantable en las iniciativas internacionales pertinentes, según una visión global y equilibrada destinada a promover el desarrollo sostenible y reforzar la paz y la estabilidad en el mundo.
En su intervención, Ouahbi recordó que en setiembre pasado el Reino mantuvo un diálogo interactivo con el Comité contra las Desapariciones Forzadas, y presentó su informe al respecto. Igualmente, cabe recordar que Paraguay, Portugal y Marruecos trabajan en crear la Red Internacional de Mecanismos Nacionales de Aplicación, Denuncia y Seguimiento de los Derechos Humanos, establecida por la Declaración de Asunción en mayo de 2024, de la cual Marruecos ha sido elegido su coordinador.
En general, la sesión del Consejo reflejó que aunque el mundo ha experimentado avances en la protección de los derechos fundamentales, el panorama actual refleja que ya no se pueden dar por garantizados. Bajo este marco, tras las presentaciones de distintos líderes, han coincidido en que se observa «una tendencia preocupante con intentos sistemáticos de ignorar, socavar y redefinir los derechos humanos».
24/02/2025









