El universo nos ha enviado un mensaje de energía sin precedentes. Un neutrino, una partícula subatómica fantasmal, con una energía treinta veces superior a cualquier otra detectada hasta la fecha, ha sido registrado por el telescopio submarino KM3NeT, ubicado en las profundidades del Mediterráneo. Este hito científico, publicado en la revista Nature y anunciado por el Centro Nacional de Investigación Científica de Francia (CNRS), promete revolucionar nuestra comprensión de los fenómenos más energéticos del cosmos y el origen de los rayos cósmicos.
El KM3NeT, un coloso tecnológico en construcción en el lecho marino, utiliza miles de sensores de luz para capturar la fugaz interacción de los neutrinos con la materia. En esta ocasión, ha detectado un neutrino con una energía estimada de 220 petaelectronvoltios (PeV), una cifra asombrosa que abre la puerta a la investigación de eventos cósmicos de inimaginable potencia.
La importancia de este descubrimiento radica en el potencial de los neutrinos para desentrañar los misterios del universo. A pesar de su abundancia, estas «partículas fantasma», con una masa millones de veces menor que la de un electrón, interactúan muy débilmente con la materia, lo que dificulta enormemente su detección. Sin embargo, al ser emitidos en línea recta durante eventos cósmicos cataclísmicos, como explosiones de estrellas o la formación de agujeros negros, los neutrinos actúan como mensajeros cósmicos, transportando información crucial sobre su origen. El estudio de este neutrino ultraenergético podría proporcionar pistas únicas sobre estos eventos extremos, inaccesibles a través de métodos de observación tradicionales.
El proyecto KM3NeT, financiado principalmente por Francia, Italia y Países Bajos, consta de dos instalaciones submarinas: ARCA, dedicada a la astronomía de altas energías, ubicada frente a las costas de Sicilia, y ORCA, especializada en el estudio de neutrinos de bajas energías, cerca de Toulon, Francia. La elección de las profundidades marinas para la ubicación de estos detectores no es casual. A más de 1000 metros de profundidad, el agua ofrece un entorno ideal, libre de luz parásita y ruido atmosférico, para observar la luz Cherenkov, un fenómeno asociado a la detección de neutrinos. La construcción y operación de estas instalaciones en un entorno tan extremo requiere soluciones tecnológicas de vanguardia, comparables a las utilizadas en la exploración espacial.
El descubrimiento de este neutrino de energía récord marca un hito en la astronomía de neutrinos y promete un futuro emocionante para la investigación del universo. A medida que el KM3NeT complete su construcción y aumente su capacidad de detección, se espera que revele más secretos del cosmos, arrojando luz sobre los eventos más energéticos y enigmáticos del universo.
13/02/2024









