El expresidente francés Nicolas Sarkozy anunció el sábado en la red social X que ha decidido «poner entre paréntesis» sus actividades públicas y renunciar a cualquier expresión mediática. Esta declaración se produjo apenas 24 horas después de que le fuera colocado un brazalete electrónico, convirtiéndose en el primer exjefe de Estado en Francia en enfrentar esta medida. A pesar de ello, afirmó que continuará con su vida profesional, dado que conserva el derecho a ejercer como abogado.
Sarkozy fue condenado definitivamente a un año de prisión con cumplimiento bajo vigilancia electrónica por corrupción y tráfico de influencias en el llamado «caso de las escuchas». Como parte de esta pena, solo puede salir de su domicilio entre las 08:00 y las 20:00 horas, con una excepción hasta las 21:30 en los días de audiencia del juicio por el presunto financiamiento libio de su campaña presidencial de 2007, proceso que se extenderá hasta el 10 de abril en el Tribunal Correccional de París.
El viernes, un agente de vigilancia penitenciaria acudió a su residencia para colocarle el dispositivo y configurarlo. Este procedimiento se activó tras el rechazo, el pasado 18 de diciembre, de su recurso de casación, agotando así todas las vías legales en Francia.
En su mensaje, Sarkozy también anunció que antes de fin de mes presentará un recurso ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, con la esperanza de que se reconozca lo que él considera una injusticia. Sin embargo, esta apelación no suspende la ejecución de su condena.
09/02/2025









