Después del quinto intercambio de cautivos palestinos y rehenes israelíes, las negociaciones para completar la primera fase del acuerdo avanzan en Doha, Catar. Mientras en Israel persisten las imágenes del regreso de tres rehenes que según el lado israelí, parecen en condiciones de salud preocupantes, el primer ministro Benjamín Netanyahu ha aplazado el debate sobre la segunda fase del pacto, que incluye un posible cese de hostilidades, la retirada israelí de Gaza y la liberación de los rehenes restantes. Desde el lado palestino, un alto dirigente de Hamás acusa a Israel de falta de compromiso.
Según lo acordado, Israel debía retirarse el 9 de febrero del corredor de Netzarim, que divide Gaza en dos. Aunque Netanyahu autorizó el envío de una delegación a Doha tras la última liberación de rehenes, su mandato es limitado y se centra en cuestiones técnicas. Antes de viajar a Washington, el mandatario reafirmó su postura de continuar la ofensiva contra Hamás y aseguró que Israel está dispuesto a actuar en la Franja de Gaza. Medios israelíes como Haaretz sostienen que Netanyahu frena el avance del acuerdo por motivos de política interna.
Las familias de los rehenes han criticado duramente la inacción del gobierno, comparando la situación de sus seres queridos con la de los sobrevivientes del Holocausto. Imágenes recientes han generado indignación y preocupación, con advertencias de que las próximas evidencias de rehenes heridos o fallecidos serán aún más impactantes.
Mientras tanto, Hamás responsabiliza a Israel de los obstáculos en las negociaciones y advierte que se busca ejercer presión sobre los negociadores palestinos antes de iniciar la segunda fase del acuerdo. En Cisjordania, donde han sido liberados 42 de los 183 cautivos palestinos, se insiste en la necesidad de continuar el diálogo como única vía para lograr más liberaciones.
09/02/2025









