El Departamento de Estado de Estados Unidos ordenó congelar todos los nuevos fondos de ayuda del país en el exterior, a excepción de los programas de alimentos de emergencia y la ayuda militar para Israel y Egipto.
La orden ha impactado a la comunidad internacional, ya que este país norteamericano destina cerca del 1% de su presupuesto a financiar proyectos sobre salud, educación, desarrollo, capacitación laboral, lucha contra la corrupción, seguridad y otros en varias partes del mundo. Solo en 2023, Estados Unidos dirigió 60.000 millones de dólares en ayuda internacional.
Los medios estadounidenses indican que la orden del nuevo secretario de Estado, Marco Rubio, fue enviada por cable a las embajadas estadounidenses en todo el mundo comunicando la decisión y aclarando que se eximieron específicamente los programas de alimentos de emergencia, como el que se lleva a cabo en Sudán, donde se registra una hambruna como consecuencia del conflicto armado persistente en esa zona.
Algunas organizaciones no gubernamentales han expresado su preocupación, ya que, sin el apoyo estadounidense, peligran ciertos programas de salud en las áreas de vacunación, lucha contra el VIH e incluso, a nivel local, se suspendió el Plan Presidencial de Emergencia para Alivio del SIDA, lanzado por el expresidente estadounidense George W. Bush y al que se le atribuye haber salvado 25 millones de vidas, incluyendo 5,5 millones de niños.
Ante esta situación, algunos proyectos de ayuda comenzaron a recibir las órdenes de detener el trabajo desde el viernes anterior, ya que, según declaraciones de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional al Los Angeles Times, muchos prefieren cesar operaciones inmediatamente para no incurrir en más costos.
No obstante, el decreto exime los cortes para la asistencia militar a Israel y Egipto, pero sí ha dejado por fuera a Ucrania. En este sentido, cabe recordar que el gobierno saliente de Biden incrementó la ayuda militar a Ucrania antes de dejar el cargo, pero aún quedan unos 3.850 millones de dólares en fondos autorizados por el Congreso para futuros envíos de armas a Ucrania, que ahora dependerán del visto bueno de Trump.
La cancelación de las ayudas internacionales fue una de las promesas de campaña de Trump, y esta se ha extendido hasta la agencia del Departamento de Estado que supervisa a los refugiados y el reasentamiento, desde donde lanzaron la orden de suspender todo el trabajo vinculado a la asistencia extranjera.
A pesar de los múltiples cuestionamientos, el Departamento de Estado ha comunicado que se busca eliminar la duplicidad de asignaciones. Durante febrero, se espera establecer los estándares para una revisión de toda la asistencia extranjera, para alinear la ayuda internacional “con la agenda de política exterior del presidente Trump”. Esta revisión podría tardar unos tres meses, para luego crear un informe que le permita al secretario de Estado, Rubio, hacer las recomendaciones al presidente.
27/01/2025