Marruecos es uno de los países más afectados por la escasez de agua en el norte de África, debido principalmente a su clima semiárido y a las variaciones en las precipitaciones. Ante la creciente presión sobre sus recursos hídricos, el Reino está desarrollando una ambiciosa estrategia de desalinización del agua y gestión hidráulica.
En 2023, los niveles de almacenamiento de agua en las presas más importantes estaban por debajo del 30 % de su capacidad en muchas regiones y este enero 2025, se confirmó que los embalses apenas alcanzaban el 26% de su capacidad, por lo que el país acelera sus planes de mitigación. Parte de estos planes es el programa de construcción de plantas de desalinización de agua de mar, con el objetivo de producir 1.700 millones de metros cúbicos de agua desalinizada para 2030, anunciado por el ministro de Agricultura, Pesca Marítima, Desarrollo Rural, Aguas y Bosques, Ahmed El Bouari.
Esta cantidad de agua equivale a unas 680,000 piscinas olímpicas, y con ello se podría regar aproximadamente 170,000 hectáreas de cultivos con riego tradicional, o incluso hasta 340,000 hectáreas con la técnica de riego por goteo, que es más eficiente y reduce el desperdicio de agua.
Según el Ministerio, esta iniciativa tiene como objetivo abastecer de agua potable a las ciudades costeras y descongestionar los recursos hídricos tradicionales, en particular los destinados a la agricultura, cumpliendo con las directrices reales de desarrollo sostenible.
Los proyectos incluyen las estaciones estratégicas de Dakhla, con una capacidad esperada de 37 millones de m³/año y con un avance del 70 % en sus obras; Casablanca y la región Oriental, con 300 millones de m³ cada una; Tánger y Rabat, que tendrán estaciones con capacidades entre 150 y 300 millones de m³; y las estaciones en las regiones de Souss-Massa, Oum Errabia y Tensift.
Las plantas en Oum Errabia y Tensift tendrán una capacidad de 300 millones de metros cúbicos (m³) y se construirán para irrigar las tierras agrícolas de Doukkala, Abda, Haouz y Tensift. En el caso de Souss-Massa, contará con una planta de 350 millones de m³, de los cuales 250 millones estarán destinados al riego. A esto se suma el plan de construir plantas de tamaño mediano en Guelmim, Boujdour, Tan-Tan y otras localidades.
De esta manera, el gobierno pretende abarcar prácticamente gran parte del territorio marroquí como parte de los esfuerzos para abastecer múltiples regiones y satisfacer las necesidades agrícolas y urbanas en Marruecos.
Además, el país ha adoptado políticas para proteger sus acuíferos y regular el uso del agua subterránea, así como la modernización de los sistemas de riego, como la introducción del riego por goteo en lugar del riego por inundación, y campañas de sensibilización sobre el uso racional del agua.
El ministro El Bouari también ha destacado la apuesta por las «autopistas del agua», con conexiones entre cuencas hidrográficas que ya han permitido transferir 580 millones de metros cúbicos entre las cuencas de Sebou y Bouregreg. Por otro lado, la conexión entre las presas de Oued El Makhazine y Dar Khrofa, que se extiende a lo largo de 41 km y está en su etapa final, con un 96% de avance. Se espera que este proyecto abastezca de agua potable a Tánger, con unos 100 millones de m³ al año, y permita regar 21,000 hectáreas en la zona de Dar Khrofa.
Igualmente, se estima que en un plazo de seis meses se completará la conexión entre la planta desalinizadora de Jorf Lasfar y la de Dourat, garantizando el suministro de agua potable al sur de Casablanca.
El tema de las autopistas fluviales se inició en Marruecos en 2023 como un proyecto innovador en África, al ser el primer país en poner en marcha este tipo de iniciativas que permiten recuperar el exceso de agua para abastecer a regiones deficitarias.
Cabe destacar que, además de la sequía prolongada que experimenta el país, debe sumarse la preocupación por el aumento significativo de las temperaturas, que acelera la evaporación y reduce la humedad del suelo. En este marco, el Reino apuesta por acelerar y multiplicar sus inversiones en infraestructuras que le permitan garantizar el abastecimiento de agua para labores agrícolas en los próximos 5 años.
23/1/2025









