La guerra más larga en la historia de Israel ha concluido. Durante 471 días, el ejército israelí empleó todas sus estrategias y armamento en Gaza, para finalmente verse obligado a aceptar un alto el fuego y un intercambio de prisioneros que, según muchos analistas, podría haberse logrado a través de negociaciones y mediación sin la necesidad de un conflicto tan prolongado y sangriento.
El primer día de la guerra, el 8 de octubre de 2023, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, declaró una guerra total por tierra y aire contra Gaza, estableciendo tres objetivos principales: la liberación de los rehenes secuestrados y llevados a Gaza, el derrocamiento del gobierno de Hamás y la destrucción de sus capacidades militares, y la aseguración de la seguridad de los asentamientos israelíes en el perímetro de Gaza y el regreso seguro de sus residentes.
Sin embargo, Israel fracasó en el cumplimiento de todos sus objetivos. De hecho, la evidencia sugiere un aumento del apoyo popular a Hamás en Gaza, gracias a una resistencia inesperada.
Tras 471 días de guerra, Israel declaró un alto el fuego e inició un intercambio de prisioneros con Hamás. Resultó que Netanyahu no logró ninguno de sus tres objetivos. Los combatientes de las Brigadas Izz ad-Din al-Qassam (brazo armado de Hamás) entregaron a las tres rehenes israelíes a la Cruz Roja en un sorprendente desfile militar, mostrando a las rehenes en perfecto estado, con regalos, y vehículos aparentemente intactos. La imagen más impactante fue la de combatientes con uniformes limpios y ordenados, sin mostrar signos del desgaste de la guerra. La escena del alto el fuego continuó con cientos de miles de palestinos celebrando en las calles, incluyendo niños tomando fotos con los combatientes de Hamás, un escenario totalmente inesperado, considerando el agotamiento y la indignación que usualmente siguen a un conflicto armado.
Israel no logró liberar a sus rehenes por la fuerza, ni derrocar a Hamás, ni siquiera minar su popularidad. Al contrario, el apoyo a Hamás parece haber aumentado gracias a su resistencia. El tercer objetivo de Netanyahu, asegurar los asentamientos israelíes y neutralizar el arsenal de misiles de Hamás, también resultó fallido. Medios israelíes, citando fuentes militares y de inteligencia, reportan que Hamás ha comenzado a reactivar sus fábricas de misiles, las cuales el ejército israelí no logró destruir durante los 471 días de guerra. Más preocupante aún, se descubrió que una gran cantidad de municiones lanzadas por Israel no detonaron, cayendo en manos de Hamás, quienes las reutilizaron.
Además, Israel admitió la muerte de aproximadamente 900 soldados y miles de heridos, algunos con lesiones permanentes. Las bajas israelíes en esta guerra superaron incluso las del primer día de la operación «Escudo y Flecha» (7 de octubre de 2023).
En definitiva, Netanyahu no logró ninguno de los objetivos de su guerra en Gaza. Esta guerra, la más larga en la historia de Israel, representa un fracaso sin precedentes para un primer ministro israelí, resultando en una multiplicación de las pérdidas sin lograr ninguna de sus metas. Es importante destacar que Netanyahu se convirtió en el primer primer ministro israelí con una orden de arresto por crímenes de lesa humanidad.
22/01/2025