Desde el 2007, África está desarrollando un ambicioso proyecto para frenar el avance del desierto del Sáhara y transformar las tierras áridas en un bosque. Desde el corazón de la zona del Sahel se restauran millones de hectáreas para crear una Gran Muralla Verde que promete resolver el problema de la seguridad alimentaria y convertirse en un modelo global para combatir la desertificación.
La zona del Sahel se extiende justo debajo del desierto del Sahara, desde Senegal, en el oeste, hasta Etiopía, en el este. La región, que antes era rica en biodiversidad y vegetación, ahora está en la primera línea del impacto del cambio climático, a pesar de que su contribución a las emisiones globales es mínima.
El Sahel es una de las áreas más golpeadas por la sequía, el hambre y la expansión del desierto del Sáhara, además de la inestabilidad politica y la inseguridad que impiden un buen desarollo economico y social de los países a lo largo de esa franja.
El Cuerno de África, está sufriendo la peor sequía en 40 años desde 2020. Esas condiciones hacen imposible la agricultura en muchas partes de la región y se estima que 135 millones de personas dependen de tierras degradadas para su sustento.
Con el proyecto de la Gran Muralla Verde se busca crear una barrera de árboles que se extienda por 8 000 kilómetros, desde Senegal hasta Djibuti, restaurar 100 millones de hectáreas de tierras degradadas, almacenar 250 millones de toneladas de carbono y generar 10 millones de empleos verdes para 2030.
Esta iniciativa involucra a 20 países entre beneficiarios y contribuyentes. Hasta el 2024, se habían restaurado más de 20 millones de hectáreas, convirtiendo áreas desérticas en tierras fértiles y se han invertido unos 14.000 millones de dólares y se invertirán otros 20.000 millones de dólares hasta 2030 para completar el proyecto.
El reporte del Programa para el Medio Ambiente de la ONU revela que se han plantado millones de árboles que han mejorado la seguridad alimentaria en comunidades vulnerables y se ha capacitado a comunidades en Níger Burkina Faso para poner en marcha proyectos de restauración y desarrollar la capacidad para planificar e implementar sus propias inversiones verdes.
Los programas de formacion han permitido a las mujeres esas comunidades a conseguir tierras para cultivar moringas, cuyas nutritivas hojas y vainas pueden comerse como verdura, secarse y molerse, y convertirse en aceite o incluso utilizarse para filtrar agua.
En Kollo, en Niger, los agricultores han aplicado una técnica tradicional para recuperar las tierras degradadas y evitar la desertización cavando zanjas en forma de medialuna que captan la escasa agua de lluvia y la dirigen hacia las plantas en crecimiento.
Igualmente, cercan las zonas reforestadas para proteger los árboles y demás vegetación de los animales de pastoreo y los leñadores, y permitir que se regeneren. Una vez establecidas, las parcelas con sombra también pueden ofrecer buenas condiciones para el cultivo o la apicultura.
Este proyecto ha sido seleccionado entre las 10 primeras Iniciativas Emblemáticas de Restauración Mundial del Decenio de las Naciones Unidas para la Restauración de los Ecosistemas. Además de frenar la desertificación, la Gran Muralla Verde ofrece soluciones a problemas de agua, alimentación y pobreza para hacer frente a la triple crisis global del cambio climático, la pérdida de naturaleza y biodiversidad, y la contaminación y los residuos en una zona africana duramente duramente golpeada por la falta de agua e inversion.
A pesar de los avances, y la visión de culminar el plan de reforestación para el 2030, las autoridades internacionales involucradas aseguran que enfrenta serios desafíos con las constantes sequías y la falta de financiamiento que limitan la velocidad del avance. Asimismo, los conflictos militares en la zona, dificultan el acceso y la permanencia de las misiones.
Sin embargo, la ONU advierte que el apoyo global es indispensable para materializar este que podría resolver muchos de los problemas economicos y sociales de África así como convertirse en un modelo para otras regiones afectadas por la desertificación y las adversidades del cambio climático.
9/1/2025









