La diáspora marroquí esta dispersa por el mundo, pero Europa sigue siendo uno de los destinos favoritos, unas veces por cercanía y otras por conocimiento del idioma. Este es el caso de Norddine Tahri, actual funcionario del Ministerio de Educación de Bélgica y originario de la provincia oriental de Berkane.
Tahri realizó sus estudios en literatura árabe y migró primero a Francia en 1990 y desde entonces suma una amplia trayectoria como profesor de árabe y francés, escritor y critico y ahora ocupa un puesto administrativo en Bélgica.
Marruecom conversó con este ciudadano marroquí como parte de los esfuerzos para mostrar el aporte de la diáspora.
- ¿Cuándo decide Norddine Tahri migrar y porque elije Francia?
Yo decidí dejar Marruecos después de terminar mis estudios universitarios y Francia representa para mí una oportunidad de profundizar mis estudios en un entorno académico de prestigio. París en particular ofrece una riqueza cultural e intelectual que me atrajo enormemente. Además, el dominio del idioma francés facilitó mi integración en este entorno.
- Sabemos que después de su estancia en Francia, regresa a Marruecos y después de un tiempo, migra de nuevo, pero esta vez a Bélgica. ¿Qué lo impulso a salir de nuevo, y a cambiar el destino?
Sí, después de mi estancia en Francia, yo regresé a Marruecos con la esperanza de contribuir al desarrollo educativo de mi país y continuar. Sin embargo, las oportunidades profesionales eran limitadas y la necesidad de estabilidad financiera me llevó a buscar una alternativa mejor y Bélgica se me presentó como un destino prometedor al ofrecer un equilibrio entre las oportunidades profesionales y un entorno de vida acogedor.
- ¿Cual es su labor actual en Bélgica, y cual es su interacción con la población marroquí en ese país?
En Bélgica, trabajo en el sector administrativo y educativo, lo que me permite unificar mis habilidades lingüísticas y mis conocimientos culturales. Paralelamente mantengo un vínculo fuerte con la comunidad marroquí a través de actividades y talleres culturales. Esta interacción fortalece mi compromiso con la preservación de la identidad marroquí y el compartir nuestra herencia con la generación futuras.
- Entre estos dos países, Francia y Belgica, ¿cuál le presentó mayores desafíos y cuál cree usted que contribuyó más a su desarrollo personal y profesional?
Francia me presentó los desafíos más grandes en razón del rigor académico, y dificultades relacionadas con la adaptación en un entorno competitivo, sin embargo, Bélgica fue el país donde encontré un equilibrio donde realmente pude prosperar personal y profesionalmente. Cada etapa ha contribuido a su manera, pero Bélgica fue más decisiva para mi estabilidad y mi desarrollo.
- Como escritor y especialista en lengua árabe, ¿cómo valora la contribución de la diáspora marroquí al sector de las artes y las letras?
La diáspora marroquí desempeña un papel precioso y único en el campo de la cultura y la literatura. Y viviendo en el extranjero nos convertimos en un puente cultural entre Marruecos y los países que nos acogen. Llevamos dentro de nosotros una doble riqueza, por un lado, la herencia marroquí con sus tradiciones, su lengua y su historia; por otro, la influencia de las culturas en las que evolucionamos. Esta doble pertenencia da origen a obras profundamente ricas y universales. Los escritores, poetas, pintores y músicos marroquíes de la diáspora nos traen una nueva versión que trasciende fronteras y hablan de temas como la identidad, el exilio, el amor a la patria; y la complicidad de vivir entre dos mundos, pero lo que es aún más hermoso es que la diáspora no se contenta solo con expresarse a ella misma también actúa como una embajadora de Marruecos, compartiendo la profundidad de nuestra cultura con otros pueblos. Esto abre el diálogo o bien los diálogos y crea lazos de amistad entre las naciones. La contribución de la diáspora marroquí en las artes y la literatura es inmensa, no sólo enriquece nuestra propia cultura, sino que también ayuda a construir puentes de humanitarios y de entendimiento entre culturas, es una fuerza valiosa que refleja el espíritu abierto y creativo de nuestro pueblo.
- ¿Le gustaría regresar a Marruecos, de forma permanente?
Marruecos siempre está en el centro de mis aspiraciones, pero un regreso definitivo dependerá de varios factores, incluidas las oportunidades que me permitan poner mi experiencia al servicio de mi país. Por el momento, estoy establecido en Bélgica, pero sigo teniendo lazos sólidos, por supuesto, con mi tierra natal, con la que sigo profundamente apegado.
María Angélica Carvajal
31/12/2024









