El primer ministro francés, François Bayrou, comenzó el 16 de diciembre una serie de reuniones con los grupos parlamentarios en un intento por estructurar su nuevo gobierno y asegurar la aprobación del presupuesto para 2025, tras el veto al anterior. Bayrou enfrenta el desafío de encontrar un equilibrio político sin mayoría parlamentaria, comenzando las consultas por el tamaño de cada grupo, destacando los encuentros con Marine Le Pen y Gabriel Attal, mientras La France Insoumise rechazó participar por considerar el proceso una «comedia».
En paralelo, Bayrou busca conformar un gabinete reducido y con figuras experimentadas. Según fuentes gubernamentales, el primer ministro evitará disputas por los ministerios clave, manteniendo a Jean-Noël Barrot como ministro de Exteriores, pero se enfrenta a presiones por decisiones como el destino de Bruno Retailleau, encargado de la crisis en Mayotte. Las consultas se extenderán hasta el martes, mientras el MoDem y otros partidos evalúan condiciones para una posible colaboración.
La reforma fiscal y social también figura en el centro de las negociaciones. El PS ha mostrado apertura para debatir propuestas como una conferencia social sobre pensiones y la imposición a las altas rentas, coincidiendo parcialmente con las prioridades de Bayrou. Sin embargo, los republicanos han condicionado su apoyo a la presentación de un plan concreto, reflejando las tensiones políticas en un panorama fragmentado.
El tiempo apremia para Bayrou, ya que su gobierno será responsable de presentar el presupuesto de 2025. Durante el fin de semana, sostuvo reuniones clave con el ministro saliente del presupuesto, Laurent Saint-Martin, y con figuras como el gobernador del Banco de Francia y el presidente de la Cour des Comptes, apuntando a posibles nombramientos en el Ministerio de Finanzas. Estas decisiones serán cruciales para estabilizar las cuentas del Estado en un contexto de creciente déficit y presión internacional.
16/12/2024