El Parlamento tunecino -según han publicado medios franceses vía agencia ASP- ha revisado la ley electoral el pasado viernes, a solo diez días de las elecciones presidenciales, en un contexto marcado por las críticas de manipulación por parte del entorno del presidente en funciones, Kaïs Saïed. La reforma aprobada retira al tribunal administrativo la capacidad de arbitrar en litigios electorales, delegando esta responsabilidad en la Corte de Apelación, que los opositores a la ley describen como una instancia de «justicia sometida».
La modificación se produce en un momento crítico y ha sido descrita como «inconstitucional» por sus detractores, quienes ven en ella un «cambio de las reglas del juego» inapropiado justo antes de la votación del 6 de octubre, donde Saïed busca la reelección. Más de un tercio de los diputados presentaron el texto «de urgencia» alegando un «conflicto» entre la justicia administrativa y la autoridad electoral Isie. El texto fue aprobado con 116 votos a favor, 12 en contra y ocho abstenciones.
La sociedad civil y varios observadores han criticado este movimiento como una maniobra para consolidar el control sobre los procesos electorales en un país ya marcado por tensiones políticas y sociales. Según Hatem Nafti, un conocido comentador político, «116 diputados elegidos con un 11% de participación han trasladado el litigio electoral del tribunal administrativo a una justicia sometida a una semana de las elecciones. Nunca antes había visto Túnez una farsa electoral de esta magnitud, ni siquiera antes de 2011.»

El contexto electoral se complica aún más con la exclusión de importantes figuras opositoras como Mondher Zenaïdi, exministro bajo el régimen de Ben Ali, Abdellatif Mekki, antiguo líder del movimiento islamo-conservador Ennahda, e Imed Daïmi, asesor del ex presidente Moncef Marzouki y cercano a Ennahda. Estos candidatos fueron reintegrados sorpresivamente en la carrera presidencial por el tribunal administrativo en agosto, después de haber sido excluidos inicialmente por la Isie el 10 de agosto, pero finalmente fueron dejados fuera de la lista definitiva publicada el 2 de septiembre.
Organizaciones tanto tunecinas como internacionales, así como la central sindical UGTT, han denunciado que la autoridad electoral Isie ha perdido su independencia y que el proceso electoral está sesgado a favor de Saïed, faltando las condiciones necesarias para una elección democrática, plural, transparente e íntegra.
El propio Saïed, quien fue elegido democráticamente en 2019, ha sido acusado por sus detractores de retroceder en derechos y libertades en Túnez desde un autogolpe en el verano de 2021, en el que consolidó su poder. Durante la sesión parlamentaria, manifestantes protestaron frente al Parlamento, exigiendo «Libertad» y la renuncia de Saïed.
28/9/2024