La situación en la frontera entre Líbano y Siria ha alcanzado un punto crítico con la reciente escalada de violencia en la región. Según la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR), más de 90,000 personas se han desplazado en solo 72 horas tras los bombardeos israelíes dirigidos contra supuestos objetivos de Hezbolá. Este ataque se produjo después de un intento fallido de la organización libanesa de lanzar misiles hacia Tel Aviv.
El Éxodo Masivo y la Emergencia Humanitaria
Desde el 23 de septiembre, los flujos de personas desplazadas han aumentado drásticamente y continúa un éxodo imparable. ACNUR advirtió que «cada minuto más gente está abandonando sus hogares», mientras el conflicto se intensifica, afectando principalmente al sur del Líbano, incluyendo la aldea de Tayr Harfa, que se ha visto gravemente afectada por los enfrentamientos a lo largo de la Línea Azul, la frontera patrullada por las fuerzas de la ONU que separa a Líbano de Israel. La cifra de muertos ha superado los 600, con más de 1,835 heridos.
Ante la escalada de violencia, António Guterres, Secretario General de la ONU, advirtió que «el infierno se está desatando en Líbano», mientras Jean-Pierre Lacroix, jefe de las Operaciones de Paz de la ONU, señaló que la situación en la Línea Azul es motivo de gran preocupación. Ambos destacaron el peligro extremo que enfrentan tanto la población libanesa como la israelí, y la amenaza que esto representa para la seguridad y estabilidad de toda la región.

Refugio y Ayuda Humanitaria en Crisis
El éxodo masivo ha obligado a miles de familias sirias y libanesas a cruzar la frontera hacia Siria, mientras los ataques israelíes se intensifican en áreas como el valle de Bekaa, considerado un bastión de Hezbolá. Gonzalo Vargas Llosa, representante de ACNUR en Siria, explicó que el organismo, junto con la Media Luna Roja Árabe Siria, está proporcionando ayuda urgente, incluyendo agua, alimentos, mantas y colchones para los desplazados que se encuentran varados en la frontera mientras se procesan sus solicitudes.
El gobierno libanés ha informado que más de 70,000 personas han sido desplazadas internamente, con aproximadamente 500,000 personas afectadas por el conflicto entre Israel y Hezbolá en los últimos meses. ACNUR y otras organizaciones humanitarias trabajan en coordinación con las autoridades locales para brindar refugio, atención médica y apoyo psicosocial a quienes lo necesiten.
Un Llamado a la Comunidad Internacional
Mientras tanto, las propuestas internacionales para un alto el fuego, incluidas aquellas respaldadas por Estados Unidos y varias naciones europeas y árabes, han sido rechazadas por el gobierno israelí. En este contexto, UNICEF ha pedido con urgencia «más refugios y más recursos» para apoyar a las familias desplazadas. El Fondo de la ONU para la Infancia también está distribuyendo suministros esenciales como kits de higiene, mantas y sacos de dormir en los refugios temporales.
La crisis en Líbano sigue agravándose, con decenas de miles de personas en situación desesperada. Las organizaciones internacionales han hecho un llamado urgente para que la comunidad internacional proporcione recursos adicionales para enfrentar esta crisis humanitaria de gran magnitud.
27/9/2024