El ejército de Israel utiliza la misma estrategia que en Gaza y obliga a huir a miles de familias libanesas hacia el Norte en medio de los bombardeos contra Hezbolá. Mientras que el primer ministro libanés, Najib Mikati, viajó de improviso a Nueva York, donde se celebra la Asamblea General de la ONU, para buscar apoyo internacional ante el éxodo y el ataque que está sufriendo la población civil.
La intensa escalda de violencia en las últimas 48 horas ha provocado casi medio millar de muertos y más de 1.600 heridos sólo esta semana. Los bombardeos recientes afectaron el distrito de Baalbek y todos los extremos de la capital regional homónima, donde se ubican unas importantes ruinas grecorromanas patrimonio de la Unesco.
Israel defiende su posición al indicar que sus fuerzas han atacado escuadrones terroristas, puntos lanza cohetes y zonas donde presumen Hezbolá almacena armas. Además, Israel dispone de tres divisiones altamente entrenadas y trasladadas desde la Franja a la espera de un posible ataque terrestre por parte de Hezbolá.

Ante el agravio de la situación, según publicaciones de La Sexta, los ministros de Exteriores del G7 han asegurado que las «acciones» y «contrarreacciones» amenazan con extender el conflicto en la Franja de Gaza y en Líbano a toda la región de Oriente Próximo. Misma preocupación expresada por Qatar en un comunicado de prensa donde lamenta la ausencia “de cualquier elemento disuasorio para las acciones de Israel” y “su continua impunidad”. A su vez que China reitera su apoyo a la soberanía y seguridad de Líbano frente a bombardeos de Israel.
Nasser Yassin, el ministro libanés que coordina la respuesta a la crisis, ha asegurado a la agencia de noticias Reuters que cuentan con 89 refugios temporales en escuelas y otras instalaciones que pueden albergar a más de 26 mil personas. Tras casi un año del inicio de la guerra contra Hamás en Gaza, ahora Israel cambia el foco hacia la frontera norte, situación que amenaza con desestabilizar toda la región de Medio Oriente.
23/09/2024