La muerte de un joven de 23 años durante un partido de fútbol en Argelia ha desatado una ola de indignación y llamamientos a protestar contra la represión de la junta militar. El fallecimiento de Walid, presuntamente a causa de la violencia policial, se produce en un contexto de creciente descontento social, marcado por el alto desempleo juvenil y una profunda crisis socioeconómica. Las manifestaciones convocadas para el viernes 27 de septiembre en varias ciudades del país buscan reclamar «el derecho a la libertad y a la vida» y exigir un cambio político real.

Figuras de la oposición consideran que este trágico suceso puede actuar como catalizador y reavivar las protestas populares que sacudieron Argelia en 2019. Alertan sobre el aumento de la represión desde la reelección del presidente Abdelmadjid Tebboune, considerada fraudulenta por muchos, y advierten que la situación se encuentra en un punto de inflexión. Las manifestaciones de esta semana podrían marcar un regreso significativo de las reivindicaciones ciudadanas al primer plano.
El incidente se produjo durante un partido entre el Mouloudia Club de Argel y el US Monastir, donde las tensiones entre los aficionados derivaron en enfrentamientos con las fuerzas del orden. Este trágico suceso se suma a la creciente preocupación por la violencia en los estadios argelinos, que ha aumentado un 25% en 2023. La seguridad en los eventos deportivos se convierte así en un nuevo foco de tensión en un país ya convulsionado por la crisis política y social.
24/09/2024