En Moldavia, los mediadores romaníes desempeñan un papel crucial en ayudar a las familias romaníes a integrarse en la sociedad y disfrutar de sus derechos humanos fundamentales. Estos mediadores, capacitados en derechos humanos por la Oficina de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, trabajan directamente en las comunidades para asistir a familias en situaciones de vulnerabilidad como la de Galina Mihai y Vijai Rusov, quienes, antes de la intervención, carecían de documentos básicos y acceso a servicios esenciales.

La labor de los mediadores no solo ha facilitado la inscripción escolar de niños y el acceso a servicios médicos, sino que también ha permitido a las familias recibir beneficios sociales que mejoran sus condiciones de vida. Este enfoque personalizado ha probado ser efectivo en reducir la exclusión y discriminación que estas comunidades enfrentan habitualmente en varios ámbitos como la vivienda, la educación y el empleo.
El impacto del programa de mediación se extiende más allá de la asistencia inmediata, al promover la inclusión social y económica de los romaníes. Esto se evidencia en el aumento de la inscripción escolar y la reducción del abandono escolar entre los niños romaníes en las áreas de intervención, así como en la mejora del acceso a la salud para mujeres embarazadas y la participación de adultos en cursos de formación profesional.

Este programa no solo aborda las necesidades inmediatas, sino que también establece asociaciones duraderas entre los mediadores romaníes y las estructuras locales de servicios, garantizando así un apoyo continuo y sostenible que empodera a las comunidades romaníes para que superen los obstáculos a largo plazo hacia su integración plena y justa en la sociedad moldava.
21/9/2024