Más de cuatro millones de personas en 14 países de África Occidental y Central sufren las consecuencias de devastadoras inundaciones, según alerta el Programa Mundial de Alimentos (PMA). La situación se agrava por la crisis de hambre preexistente en la región, que afecta a 55 millones de personas, cuatro veces más que hace un lustro. El PMA urge la movilización de 16 millones de dólares para brindar ayuda alimentaria y fortalecer las capacidades de los gobiernos en la gestión de la crisis.
Margot Van Der Velden, directora regional del PMA, describe un panorama desolador: crecidas de ríos, miles de hogares destruidos, pérdida de cosechas y una amenaza creciente de hambruna. Van Der Velden subraya la necesidad de una respuesta regional coordinada para salvar vidas y proteger los medios de subsistencia de los damnificados.

El PMA, que ya asiste a un millón de personas con alimentos, insta a la inversión en sistemas de alerta temprana, medidas de prevención, protección social y adaptación al cambio climático. Fortalecer la resiliencia de las comunidades vulnerables ante desastres recurrentes es crucial, según la agencia de la ONU. La inversión en prevención y gestión de riesgos puede mitigar el impacto de las crisis climáticas en las poblaciones más expuestas.
18/09/2024