Portugal se encuentra en una situación crítica debido a una serie de incendios forestales que han asolado el país en los últimos días. Miles de bomberos han sido movilizados para combatir las llamas, que ya han causado al menos tres muertos y han quemado una superficie superior a la registrada durante todo el verano.
Según las autoridades, los focos más importantes se concentran en la región de Aveiro, donde el lunes por la noche se habían consumido ya unas 10.000 hectáreas, una cifra equivalente a la superficie quemada en todo el resto del verano. El primer ministro, Luis Montenegro, advirtió que se avecinan «horas muy difíciles en los próximos días» y canceló sus compromisos del martes.
Para hacer frente a la emergencia, el gobierno portugués ha activado el mecanismo europeo de protección civil y ha recibido ayuda de aviones cisterna de España, Francia, Italia y Grecia. Sin embargo, varios ejes viales siguen cortados y al menos una cuarentena de personas, entre ellas 33 bomberos, han resultado heridas.

Los expertos atribuyen esta crisis a las consecuencias del cambio climático, que se manifiestan en la proliferación de olas de calor y sequías, factores que favorecen la propagación de los incendios forestales. Desde los devastadores incendios de 2017, Portugal ha aumentado significativamente la inversión en prevención y lucha contra estos siniestros
17/09/2024