Emmanuel Macron ha puesto fin a más de 50 días de incertidumbre política en Francia nombrando a Michel Barnier como nuevo Primer Ministro. La decisión, que llega tras un complejo proceso de consultas, ha sido bien recibida por la derecha y la extrema derecha, mientras que la izquierda ha manifestado su rechazo con una convocatoria a la protesta. Barnier, figura del gaulismo y ex negociador del Brexit, se ha comprometido a formar un gobierno de unidad nacional que aborde las prioridades del país, como la reforma educativa, la seguridad y el poder adquisitivo.
Si bien el nuevo gobierno aún se encuentra en formación, Barnier ha recibido el apoyo de importantes figuras políticas, incluyendo a «Los Republicanos», quienes le ofrecerán recomendaciones para la conformación del gabinete. Partidos centristas también han expresado su disposición a colaborar, mientras que la líder del Rassemblement National, Marine Le Pen, ha destacado el respeto a las diferentes fuerzas políticas como un punto positivo en la designación de Barnier. El propio Macron ha recalcado la necesidad de estabilidad y unidad nacional en su decisión.

La designación de Barnier ha generado optimismo en Bruselas, donde se le reconoce su talento negociador y su capacidad de diálogo. Jean-Claude Juncker, ex presidente de la Comisión Europea, destaca su «facultad de escucha» y su habilidad para convencer. Ursula von der Leyen, actual presidenta de la Comisión, subraya su compromiso con Francia y Europa. Roberta Metsola, presidenta del Parlamento Europeo, ha confiado en su liderazgo y experiencia para afrontar los desafíos del país. El nuevo ejecutivo francés tendrá que afrontar el reto de la elaboración del presupuesto 2025 y la resolución de las múltiples crisis socioeconómicas que enfrenta el país.
06/09/2024