La directora ejecutiva del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), Inger Andersen, ha destacado la posibilidad de fortalecer la resiliencia a la sequía y combatir la desertificación en África, a pesar de que estos fenómenos impactan con mayor fuerza en países menos resilientes y con menor responsabilidad en el cambio climático. Según Andersen, la degradación de tierras, la desertificación y la sequía afectan a más de 3 mil millones de personas a nivel global, siendo África un continente particularmente vulnerable.
La restauración de tierras, según la responsable del PNUMA, es clave para mejorar las condiciones de vida, aumentar la resiliencia y fomentar el almacenamiento de carbono, entre otros beneficios. Proyectos como la «Muralla Verde» en el Sahel, que busca restaurar tierras en toda la región, son un ejemplo de las iniciativas que cuentan con el apoyo del PNUMA y la comunidad internacional. Asimismo, la Década de las Naciones Unidas para la Restauración de los Ecosistemas busca restaurar mil millones de hectáreas, más de la mitad en el continente africano, un objetivo que ha sido reforzado por el Día Mundial del Medio Ambiente.

Andersen subraya que África, a pesar de los desafíos, es un continente con soluciones innovadoras, desde energías renovables hasta la seguridad alimentaria. Sin embargo, para implementar estas soluciones, especialmente en la protección y restauración de tierras, es crucial la colaboración internacional y la unificación de esfuerzos en el marco de las convenciones de Río. La responsable del PNUMA insta a los países africanos a presentar una postura fuerte en las próximas COP, vinculando la restauración y gestión de tierras con los compromisos climáticos y la biodiversidad. De esta manera, y bajo el liderazgo de la Unión Africana, se podrían alcanzar objetivos ambiciosos con planes de acción claros y financiamiento a largo plazo.
Finalmente, Andersen alerta sobre la pérdida del capital natural de África, valorado en 6,2 billones de dólares, debido a la explotación forestal y pesquera ilegal, la agricultura no sostenible y la contaminación. Es fundamental, según la responsable del PNUMA, promover indicadores económicos que valoren la naturaleza y reduzcan estas presiones. Asimismo, la transición hacia la energía limpia, que requiere el acceso a minerales esenciales, representa una oportunidad para África, que posee vastos yacimientos de estos recursos. La experta insta a romper con modelos de explotación heredados del colonialismo y asegurar que el valor añadido de estos recursos se genere en el continente, contribuyendo al desarrollo sostenible y la reducción de la pobreza.
06/09/2024