En Nicaragua, la situación de los derechos humanos continúa deteriorándose significativamente, marcada por detenciones arbitrarias, intimidación de opositores, malos tratos bajo custodia, y ataques contra comunidades indígenas y afrodescendientes. Según un informe reciente del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Volker Türk, el espacio cívico en Nicaragua está severamente erosionado, lo que dificulta el ejercicio de los derechos civiles y políticos fundamentales. Türk ha hecho un llamado urgente para que el gobierno de Nicaragua cambie su curso de acción para abordar y revertir estas violaciones.

El informe destaca un aumento alarmante en las prácticas represivas del gobierno, incluyendo la persecución de cualquier voz disidente o independiente, como defensores de derechos humanos, medios independientes y ONGs. Además, se han documentado numerosos casos de tortura y tratos inhumanos en las detenciones, exacerbando un clima de impunidad y miedo. La persecución también ha alcanzado a líderes religiosos y ha llevado al cierre arbitrario de más de 5000 organizaciones desde 2018.
Ante esta grave crisis, el Alto Comisionado ha instado al gobierno a liberar a todos los detenidos arbitrariamente, garantizar juicios justos, y poner fin a la tortura y otros malos tratos. Con elecciones programadas para 2026, Türk enfatiza la importancia de respetar el derecho a la participación política para asegurar que los nicaragüenses puedan decidir libremente el futuro de su país, subrayando la necesidad de un cambio de rumbo inmediato para restaurar la integridad del espacio cívico y los derechos humanos en Nicaragua.
4/8/2024