La ONU ha asignado 100 millones de dólares del Fondo Central para la Acción en Casos de Emergencia (CERF) para reforzar la ayuda en algunas de las crisis humanitarias más críticas y desatendidas del mundo. Los fondos se destinarán principalmente a Yemen y Etiopía, donde la población enfrenta graves desafíos debido al hambre, desplazamientos y desastres climáticos. Otros países beneficiados incluyen Myanmar, Mali, Haití, y Mozambique, entre otros, con el objetivo de mitigar los efectos del conflicto y los impactos climáticos.

El Programa Mundial de Alimentos (PMA) distribuye comida en Yemen. (Archivo)
Joyce Msuya, responsable en funciones de la Oficina de Asuntos Humanitarios (OCHA), subrayó la urgencia de estos fondos, destacando que la falta de financiamiento está impidiendo que las agencias de ayuda lleguen a quienes más lo necesitan. La financiación del CERF es crucial para evitar que las crisis empeoren y salvar vidas en situaciones donde otras inversiones humanitarias han sido insuficientes. Sin embargo, Msuya advirtió sobre la necesidad urgente de que los donantes internacionales aumenten su apoyo para cerrar la creciente brecha entre las necesidades y los recursos disponibles.
Esta es la segunda asignación de CERF en 2024, después de un desembolso similar en febrero. A pesar de estos esfuerzos, la cantidad total de fondos asignados este año es la más baja en tres años, reflejando una preocupante brecha entre las crecientes necesidades humanitarias globales y la financiación disponible. La ONU estima que se necesitan 49.000 millones de dólares para atender a 187 millones de personas vulnerables en todo el mundo, pero hasta ahora solo se ha recibido el 29% de este monto. 31/8/2024