En Brasil, la población negra es la más afectada por las muertes relacionadas con el consumo de alcohol, según el informe «Álcool e a Saúde dos Brasileiros: Panorama 2024» del Centro de Informações sobre Saúde e Álcool (Cisa). El estudio revela que en 2022, la tasa de mortalidad atribuible al alcohol entre la población negra fue de 10,4 por cada 100 mil habitantes, significativamente mayor que la tasa de 7,9 entre la población blanca. Esta disparidad es aún más pronunciada entre las mujeres, donde las tasas de mortalidad de mujeres negras y mestizas superan considerablemente las de las mujeres blancas.

La histórica desigualdad racial en Brasil, que limita el acceso a tratamientos y servicios de salud de calidad, es una de las principales causas de esta vulnerabilidad. Mariana Thibes, socióloga y coordinadora de Cisa, explica que factores como el racismo y la pobreza aumentan la vulnerabilidad social de la población negra, dificultando su acceso a una vida digna y a un tratamiento adecuado para trastornos relacionados con el alcohol. Además, el estigma relacionado con el alcoholismo y la discriminación racial agravan esta situación, contribuyendo a que las personas negras reciban menos tratamiento y enfrenten mayores riesgos de mortalidad.
El informe también destaca que la pandemia interrumpió la tendencia a la baja de muertes atribuibles al alcohol, con una tasa de 33 muertes por cada 100 mil habitantes en 2022. Esta situación subraya la necesidad urgente de sensibilizar sobre los riesgos del consumo de alcohol y de mejorar el acceso a servicios de salud mental culturalmente sensibles y de calidad para toda la población, especialmente para las comunidades más vulnerables.
30/8/2024