Amelio Castro, un esgrimista en silla de ruedas y refugiado, representa al Equipo Paralímpico de Refugiados en los Juegos de París 2024. Después de perder la movilidad en un accidente de tráfico y enfrentar la pérdida de su madre, Amelio encontró en la esgrima una forma de superar las adversidades. A pesar de las dificultades que implica ser un refugiado, como vivir en un centro de acogida y realizar largos trayectos diarios para entrenar, Castro ha mantenido su determinación y disciplina, con el objetivo claro de ganar una medalla paralímpica.

La historia de Amelio es un testimonio de resiliencia y fe. Comenzó su carrera en la esgrima en 2017 y rápidamente encontró apoyo en entrenadores que lo ayudaron a perfeccionar su técnica. La esgrima, un deporte que requiere concentración y agilidad mental, ha sido para él una herramienta para desarrollar la capacidad de tomar decisiones rápidas y precisas, lo cual le ha ayudado a superar los desafíos de su vida diaria. La conexión entre la mente y el cuerpo, esencial en este deporte, le ha permitido mantenerse enfocado en sus objetivos a pesar de las dificultades.

Amelio también ve el deporte como una forma de inspirar a otros, especialmente a jóvenes en situaciones de vulnerabilidad, mostrando que es posible superar la adversidad y transformar la sociedad a través del deporte. Su dedicación y espíritu de lucha lo han llevado a prepararse con rigor para los Juegos Paralímpicos, a pesar de las limitaciones que enfrenta como refugiado, demostrando que con perseverancia y apoyo adecuado, se pueden alcanzar grandes logros.
30/8/2024