El Día Internacional de los Afrodescendientes, celebrado el 31 de agosto, coincide este año con la conclusión del Decenio Internacional para los Afrodescendientes (2015-2024). Este periodo, impulsado por la Asamblea General de las Naciones Unidas, ha destacado las contribuciones de la diáspora africana y ha buscado erradicar todas las formas de discriminación racial. A pesar de los avances legislativos y normativos, los afrodescendientes continúan enfrentando graves desigualdades y discriminación estructural en todo el mundo, una situación que se vio exacerbada por la pandemia de COVID-19.
El asesinato de George Floyd en 2020 marcó un punto de inflexión en la lucha contra el racismo, movilizando protestas globales y generando un debate crucial sobre la justicia racial. La respuesta internacional incluyó la adopción de resoluciones para proteger los derechos de los afrodescendientes frente a la violencia y el racismo institucional. Sin embargo, el camino hacia la igualdad plena sigue siendo largo, y la falta de reconocimiento y la persistencia de las desigualdades estructurales son obstáculos significativos.

Foto:UNICEF/Alejandro Balaguer
A medida que el Decenio llega a su fin, las Naciones Unidas y los gobiernos del mundo reconocen la necesidad de continuar implementando políticas efectivas que promuevan la inclusión y el empoderamiento de los afrodescendientes. Se requiere un mayor compromiso político y social para superar las barreras históricas y garantizar que los derechos de los afrodescendientes sean plenamente reconocidos y protegidos en todas las esferas de la vida. 30/8/2024