La Comisión Europea ha propuesto significativos recortes en las capturas de salmón y espadín en las aguas del Báltico para 2025, en un esfuerzo por gestionar de manera sostenible las poblaciones de peces en una de las áreas marinas más contaminadas de Europa. Se sugiere una reducción del 36% en la pesca de salmón en la cuenca principal del Báltico y del 42% para el espadín, con el objetivo de ajustar la presión pesquera a la variabilidad del estado de las poblaciones de salmón, que oscila entre débil y bueno en diferentes áreas. Adicionalmente, se busca reducir las capturas accesorias de bacalao en un 73% en el Báltico occidental y un 68% en el oriental, dada la mala condición de estas reservas.

En contraste, la Comisión plantea aumentar la pesca de arenque en un 108% en el Báltico central y mantenerla en el golfo de Riga, además de conservar los niveles actuales de pesca de la solla. Esta propuesta de regulación se basa en recomendaciones del Consejo Internacional para la Exploración del Mar y se alinea con el plan de gestión plurianual del mar Báltico que la UE adoptó en 2016, destacando la necesidad de equilibrar la actividad pesquera con la conservación ambiental.
La decisión final sobre los totales admisibles de capturas (TAC) será tomada por los países de la UE en octubre, teniendo en cuenta tanto el asesoramiento científico como los desafíos ecológicos que enfrenta el Báltico. Estos desafíos incluyen la pérdida de biodiversidad, el cambio climático y la eutrofización, factores que han contribuido a hacer del Báltico el mar más contaminado de Europa.
26/8/2024