En la actualidad, la escasez de agua potable, el saneamiento deficiente y la higiene inadecuada constituyen uno de los desafíos globales más críticos, con miles de millones de personas en riesgo de no acceder a estos servicios esenciales para 2030. La demanda de agua está aumentando rápidamente debido al crecimiento poblacional, la urbanización y la expansión de los sectores agrícola, industrial y energético. A pesar de que la proporción de la población mundial con acceso a agua potable segura aumentó del 69% al 73% entre 2015 y 2022, aún queda un largo camino por recorrer.
Las medidas urgentes necesarias incluyen inversiones significativas en infraestructura de agua y saneamiento, protección y restauración de ecosistemas relacionados con el agua, y educación sobre higiene. Estas acciones son fundamentales para mejorar la eficiencia en el uso del agua y para abordar el creciente estrés hídrico, exacerbado por el cambio climático, que aumenta la imprevisibilidad del suministro de agua y agrava las condiciones de sequía en muchas regiones.

Además, es imperativo adoptar un enfoque holístico que incluya una mejor coordinación y cooperación entre diferentes sectores y actores. El acceso al agua no solo es crucial para la salud y reducción de la pobreza, sino también para la seguridad alimentaria, la paz y la conservación de los ecosistemas. Para 2030, se requiere aumentar exponencialmente el progreso actual para alcanzar una cobertura universal de servicios de agua y saneamiento, lo que implica un aumento significativo en las inversiones y en la implementación de políticas efectivas.
Por último, se debe enfatizar la interconexión entre el cambio climático y la gestión del agua. La variabilidad en la disponibilidad de agua dulce se convierte en una amenaza creciente que puede socavar el desarrollo sostenible global. Para mitigar estos impactos y garantizar el bienestar futuro, es esencial que los gobiernos, junto con las organizaciones de la sociedad civil, aumenten la concienciación, promuevan la investigación y fomenten la participación comunitaria en la gestión del agua. Esta es una lucha crucial no solo para nuestra generación, sino también para las futuras, subrayando la necesidad de actuar ahora para asegurar un recurso tan vital como el agua.
26/8/2024