La Unión Europea ha asignado un monto adicional de 122 millones de euros para asistencia humanitaria en la región del Gran Cuerno de África, la cual continúa enfrentando los efectos de conflictos y desastres relacionados con el clima, como sequías e inundaciones. Estos fondos se destinarán a satisfacer las necesidades más urgentes de las poblaciones vulnerables, especialmente en lo que respecta a la asistencia alimentaria y nutricional, así como a otros servicios esenciales para cubrir necesidades básicas, como el acceso al agua y saneamiento en áreas con alto riesgo de brotes de enfermedades.
En particular, los fondos se asignarán a socios que trabajan en Etiopía (42 millones de euros), Somalia (40 millones de euros) y Sudán del Sur (40 millones de euros).
Con esta financiación adicional, la ayuda total de la UE al Gran Cuerno de África supera los 421 millones de euros en lo que va del año, incluyendo un refuerzo de más de 56 millones de euros movilizados en abril en respuesta a las consecuencias de la crisis en Sudán.
Contexto
El Gran Cuerno de África sigue enfrentando crisis humanitarias complejas y extendidas, impulsadas principalmente por conflictos y fenómenos naturales agravados por el cambio climático. Más de 70 millones de personas necesitan asistencia humanitaria inmediata.
En Etiopía, la situación humanitaria es grave. Se estima que más de 10 millones de personas enfrentan inseguridad alimentaria crítica durante la actual temporada de escasez (que dura de julio a septiembre). Además, más de 4,5 millones de personas están desplazadas internamente en todo el país. Paralelamente, y en ocasiones en las mismas zonas afectadas por otras crisis, se han registrado brotes de enfermedades infecciosas como malaria, cólera y sarampión.

Somalia sigue siendo una de las mayores crisis humanitarias del mundo, con cerca de 7 millones de personas necesitadas de asistencia vital. Mientras aún se recupera de una sequía histórica, el país fue gravemente afectado por lluvias e inundaciones superiores a la media durante las temporadas de lluvias de 2023 y 2024, lo que obligó a miles de personas a desplazarse y desencadenó brotes de cólera en nuevas ubicaciones. Se proyecta que el efecto de La Niña y las sequías posteriores a lo largo del año tendrán consecuencias preocupantes para la ya grave situación de inseguridad alimentaria en el país.
Finalmente, Sudán del Sur está experimentando una aguda crisis económica este año, mientras que el conflicto en el vecino Sudán está aumentando el desplazamiento y la vulnerabilidad de la población. Se espera que al menos 80,000 personas enfrenten condiciones similares a la hambruna este verano. La perspectiva de nuevas inundaciones a partir de septiembre es preocupante, especialmente para las áreas que aún no se han recuperado de las cuatro inundaciones consecutivas anteriores.

22/8/2024