
El alcalde de Barcelona, según fuentes socialistas cercanas a este diario, Jaume Collboni, tiene previsto reunirse con el nuevo presidente de la Generalitat, Salvador Illa, para discutir la continuidad de un decreto crucial para la ciudad: el que permite eliminar los pisos turísticos. Este decreto, instaurado durante el último año del mandato de Pere Aragonès, es esencial para Collboni, quien planea erradicar los 10.000 pisos turísticos de Barcelona para el año 2028. A pocos días de su reunión con Illa, Collboni ha expresado en una entrevista su determinación de defender esta medida que, aunque considerada «drástica» por algunos, busca recuperar las viviendas para los residentes de la ciudad.
Collboni argumenta que, a pesar del beneficio económico y laboral que el turismo aporta a Barcelona, es vital mantener un equilibrio entre la actividad turística y la calidad de vida de los ciudadanos. “Las ciudades no pueden estar sometidas al turismo”, afirma el alcalde, añadiendo que Barcelona ha sido pionera en medidas como la planificación del crecimiento hotelero y la introducción de un impuesto turístico. Este último ha financiado proyectos sociales significativos, como la climatización de las primeras 24 escuelas este verano.
La situación habitacional en Barcelona es crítica, con precios de alquileres y viviendas disparados, lo que lleva a Collboni a considerar estas medidas como esenciales para contrarrestar la masificación turística y proteger la calidad del turismo de manera que beneficie a la ciudad y no al contrario. El alcalde recuerda que bajo su gestión se han tomado decisiones valientes que colocan a Barcelona a la vanguardia en la regulación del impacto turístico.
Además de la cuestión de los pisos turísticos, Collboni busca establecer una relación de «complicidad, lealtad y exigencia» con el Govern de la Generalitat. Explica que su gestión se ha centrado en defender los intereses de los barceloneses, exigiendo igualdad en inversiones y servicios comparables a los de cualquier otro ciudadano de Cataluña. Según él, Barcelona ha sufrido la desatención de la Generalitat durante años, llevando al ayuntamiento a asumir solo responsabilidades clave como la promoción de vivienda pública y la financiación de servicios sociales.
Finalmente, el alcalde anticipa que en la próxima reunión planteará que la orientación de los futuros presupuestos de la Generalitat se alinee, como mínimo, con el pacto ERC-PSC, lo que garantizaría una inversión social significativa en vivienda, asistencia primaria y ampliaciones hospitalarias específicamente en Barcelona.
22/8/2024