El mpox, una enfermedad viral que ha causado preocupación mundial, puede ser controlado y eliminado si se actúa con decisión y solidaridad global, afirmó la Organización Mundial de la Salud (OMS). En una reciente conferencia de prensa, el director regional de la OMS para Europa, Hans Kluge, instó a los gobiernos europeos a mostrar un fuerte compromiso político para erradicar la enfermedad, al tiempo que destacó la necesidad de apoyar a África en el acceso equitativo a las vacunas. Según Kluge, la situación del mpox no debe compararse con la pandemia de COVID-19, ya que el riesgo para la población general sigue siendo bajo, pero requiere una respuesta coordinada y efectiva.

El brote de mpox en 2022 en Europa fue controlado gracias a la intervención directa con las comunidades más afectadas, principalmente hombres que tienen relaciones sexuales con hombres. Sin embargo, Kluge advirtió que Europa aún no ha logrado eliminar por completo la transmisión del virus, y actualmente se reportan alrededor de cien nuevos casos de la variante clado 2 cada mes. Con la reciente aparición de un caso de la variante más grave, clado 1, en Suecia, el experto subrayó la importancia de reforzar las medidas para erradicar ambas variantes del virus, aprovechando la experiencia adquirida en la lucha contra el brote anterior.
La solidaridad con África es crucial en esta lucha, especialmente en lo que respecta a la distribución de vacunas. La OMS ha recomendado el uso de las vacunas MVA-BN y LC16, originalmente desarrolladas contra la viruela, para combatir el mpox. Sin embargo, el acceso a estas vacunas sigue siendo limitado en muchos países africanos, donde el brote ha sido particularmente severo. En lo que va del año, la República Democrática del Congo ha registrado más de 15.600 casos y unas 540 muertes. Japón, que produce la vacuna LC16, está negociando con las autoridades congoleñas para facilitar la donación de dosis, pero se necesita un esfuerzo más amplio de la comunidad internacional.
La Unión Europea ha comenzado a donar vacunas, pero Kluge advirtió que la generosidad europea se pondrá a prueba si la situación empeora y se requiere un mayor aporte de inoculaciones. A pesar de la importancia de las vacunas, la OMS enfatiza que son solo una parte de la estrategia para controlar el mpox. Otras herramientas, como el rastreo de contactos, la vigilancia, y las medidas de salud pública, son igualmente esenciales. La experiencia adquirida durante la pandemia de COVID-19 ha mejorado las capacidades de laboratorio en todo el mundo, lo que ha permitido una mejor detección de virus como el mpox, pero la clave del éxito será la coordinación global.

Kluge concluyó que la respuesta al mpox representará una prueba crítica para Europa y el mundo en los próximos años. «Podemos y debemos abordar el mpox juntos, en todas las regiones y continentes», afirmó, instando a una acción colectiva y sostenida para evitar que la enfermedad siga propagándose y para garantizar que todos los países, especialmente los de bajos ingresos, tengan acceso a las herramientas necesarias para combatirla.
21/8/2024